El diputado Álvaro Martínez (LLA) aseguró que los padres pueden influenciar a los hijos para que cambien de género. Además, quiere prohibirlo para los condenados
El diputado de La Libertad Avanza (LLA, Alvaro Martínez, propone eliminar el artículo 5 de la Ley de Identidad de Género, el cual permite a los niños registrarse con un género distinto al de nacimiento.
El diputado nacional de La Libertad Avanza, Álvaro Martínez, presentó este lunes en el Congreso un proyecto de ley para prohibir a los menores de 18 años el cambio de género. Además, busca que las personas condenadas con sentencia firme tampoco puedan hacerlo hasta que hayan cumplido con la pena impuesta por la Justicia.
“Lo que queremos con este proyecto es evitar, en la medida de lo posible, que un padre, o un mayor de edad a cargo de un niño, pueda condicionar o influirlo para que cambien de género”, aseguró Martínez a Diario UNO.
Actualmente, según el artículo 5 de la Ley de Identidad de Género, un menor de 18 años está habilitado a cambiar de género de nacimiento con la autorización de sus padres o de su representante legal, y con el acompañamiento de un abogado del niño. Para ello no necesita acreditar operación de reasignación genital total o parcial, ni acreditar terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico.
Martínez quiere prohibir el cambio de género para los condenados
El artículo 4 de la mencionada ley establece los requisitos para que una persona pueda acceder al cambio de género:
- Acreditar la edad mínima de 18 años, con excepción de lo establecido en el artículo 5 de la presente ley. El diputado quiere modificarlo para que quede redactado: “Acreditar la edad mínima de dieciocho años”.
- Presentar ante el Registro Nacional de las Personas (Renaper), una solicitud manifestando encontrarse amparado por la presente ley, requiriendo la rectificación registral de la partida de nacimiento y el nuevo Documento Nacional de Identidad correspondiente, conservándose el número original.
- Expresar el nuevo nombre de pila elegido con el que solicita inscribirse.
A esos tres requisitos el legislador quiere agregarle un cuarto para que a la hora de solicitar el cambio de género ante el Registro Nacional de las Personas (Renaper) la persona no esté cumpliendo una condena con sentencia firme.
“En el caso de las personas imputadas en un proceso penal, la rectificación registral quedará supeditada al momento del dictado de la sentencia. Para aquellos con una condena firme, deberán cumplir la totalidad de la pena impuesta antes de poder acceder a la inscripción registral bajo su nuevo género”, explicó el diputado mendocino.
Para Martínez, la Ley de Identidad de Género es usada “para evadir la Justicia o crear confusión en las investigaciones y en la aplicación y modo de ejecución de la pena”.
“Es un retroceso”, opinó una académica de políticas de género
María Belén Bobba, directora de Género de Mendoza y especialista en estudios de género, concluyó que las dos modificaciones representan “un retroceso a todas las conquistas que hemos logrado a lo largo de los años”.
Según APA, la asociación más importante de psiquiatría, el género hace referencia a los atributos, las actividades, las conductas y los roles establecidos socialmente que una sociedad en particular considera apropiados para niños y hombres, o niñas y mujeres.
“La ley ayudó a las personas que se identifican con un género distinto al que les designó al nacer. Además, se pudo avanzar en entender que el género es una construcción de las personas, que tiene que ver con el contexto, con la cultura, con la identidad, con un montón de otras cosas, que no solamente es lo biológico”, amplió.
La funcionaria, miembro del observatorio de Datos MuMaLa, afirmó que el proceso de transición de género inicia en la infancia.
“La construcción de la identidad de un niño comienza desde una edad temprana. Si el Estado y las instituciones no reconocen que un niño está en proceso de transición y se identifica con un género diferente al asignado al nacer, esto puede tener consecuencias gravísimas para su salud mental”, explicó.
El caso de una condenada que cambio de género para evitar la cárcel
Gabriel Fernández, así fue registrado al ingresar a una cárcel de Córdoba, enfrentó acusaciones de violencia de género por parte de varias parejas. A la hora de evitar ser imputado por violencia de género, explicó a la Justicia Civil que se autopercibía mujer.
Según explicó Infobae, la ahora mujer transgénero fue reconocida como tal, fue imputada y enviada a una cárcel de mujeres, donde violó a una interna que quedó embarazada.
“Nos encontramos ante un supuesto contrario al previsto, es decir, la imputada, quien se autopercibe mujer y perteneciente al grupo LGBTI, es la que convierte en víctimas o presas de sus necesidades o gustos a sus compañeras, aprovechando, claro está, que se encuentra alojada en un establecimiento que no estaría preparado para esos casos de excepción, al menos por el momento”.
Esa declaración la dieron los jueces de la Cámara de Acusación de Córdoba, quienes finalmente ordenaron trasladar a Gabriela Fernández a una cárcel donde no esté en contacto ni con hombres ni mujeres.