El gobierno de Colombia retomó el miércoles operaciones militares con bombardeos para desplegar tropas en el suroeste del país en su ofensiva contra disidentes de las FARC, tras el ataque con dron que el martes causó la muerte de un niño de 10 años y seis heridos.

“El joven Dylan fue asesinado producto del lanzamiento de granadas con los drones que han venido atacando las tropas en el Cañón del Micay”, en el departamento del Cauca (oeste), indicó este miércoles el general del Ejército Federico Mejía en un video divulgado en la red social X.

Se trata del primer muerto en un ataque con dron en Colombia, indicó a la AFP un encargado de prensa del Ministerio de Defensa, que responsabilizó a una facción de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

“Hubo bombardeos para facilitar la llegada al territorio de soldados”, informó la tarde del miércoles en declaraciones a medios locales el ministro de Defensa, Iván Velásquez. 

“No hubo bombardeos contra objetivos humanos. Los bombardeos se realizaron para garantizar la seguridad frente a la gran posibilidad de la existencia de minas y artefactos explosivos”, afirmó. 

Con esto, la fuerza pública retomó los bombardeos que no se habían utilizado en los casi dos años de gobierno del primer presidente izquierdista del país, Gustavo Petro, que sostiene diálogos con guerrillas y pandillas en su búsqueda de la “paz total”. 

La granada que mató al menor cayó el martes poco después de las 21H00 locales (02H00 GMT) en un campo de fútbol en El Plateado, localidad del municipio de Argelia, departamento del Cauca, donde operan rebeldes que se apartaron del pacto de paz con la guerrilla FARC en 2017. 

En el ataque también resultaron heridos seis personas, según el Ejército.

El cabecilla disidente conocido como “alias Giovanni es el responsable de esta actividad criminal, atroz y demencial”, agregó el general Mejía. 

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