Se acerca la temporada de siembra del principal cereal que produce la Argentina.
El precio de los insumos utilizados por el sector agropecuario se disparó desde la devaluación de mediados de diciembre último.
Es que todos cotizan en dólares, ya que tienen la mayor parte de sus componentes importados.
Ahora que se aproxima la siembra de trigo, el cultivo invernal más importante, el campo volvió a pedir una rebaja de impuestos.
Solicita eliminar las retenciones al cereal, que tributa un 12%, en un contexto de escasa rentabilidad para los productores.
Gran parte de las producciones y en especial de las economías regionales, pasan por una situación crítica, según referentes agropecuarios.
Ante esta situación, consideran clave tomar medidas urgentes de tipo fiscal y, por ejemplo, como señal y estímulo para la próxima cosecha, la de anunciar ya una baja en los Derechos de Exportación, que promovería y daría la previsibilidad que incentive la producción y en consecuencia la economía del país.
La Mesa de Enlace advirtió que la “alta carga impositiva, que se lleva el 65% de la renta en general y aún más en ciertas producciones, significa un importante aumento en los costos de producción, no sólo por los aumentos en los combustibles (que tienen un 47 % de impuestos), de la logística, y ahora por el Impuesto país, aplicado a los insumos dolarizados”.
El precio del trigo cayó en el último tiempo y subieron los valores de los insumos.
Según Catalina Ferrari, analista de mercados de Planifica+, los precios del cereal se encuentran un escalón por debajo del promedio de los últimos 5 años, siendo el promedio de la posición enero para el mes de abril de 210 dólares contra los 240 dólares que cotizaba a misma fecha el ciclo anterior. Hoy el precio de diciembre 24 (referencia por el momento) cotiza en torno a 190 dólares.
Para el economista David Miazzo, el escenario es de “insumos caros y precios bajos”.
Según el economista, titular de la consultora Data Miazzo, para marzo se necesitaban 32,1 kilos de trigo para comprar un litro de glifosato, un 12% más que en el ciclo anterior.
Para comprar un kilo de urea el productor necesita 3,3 kilos del cereal, esto es un aumento del 59% en relación al año anterior.
A su vez para pagar un flete de 300 kilómetros, el chacarero necesitó 145,9 kilos de trigo, 10% más que el año pasado. Y para comprar un litro de gasoil, 5,3 kilos, un 35% de aumento versus la campaña previa.
“El precio internacional del trigo cayó 29%”, explicó Miazzo sobre el principal motivo del deterioro de la relación insumo/producto.
Señaló que hay dos variables que intervienen directamente en el valor de los insumos: el impuesto país, (17,5%) y el cepo cambiario.
“Todavía hay deudas comerciales que no se pagaron del año pasado y se siguen postergando los pagos de las últimas importaciones”, indicó.
La producción de trigo en la campaña 20223/2024 superó las 15 millones de toneladas, 23,8% de aumento con respecto al ciclo anterior cuya producción se vio severamente afectada por la sequía.
Pero, en comparación con los resultados de los últimas 5 ciclos, dicha cosecha registró una reducción de 15,6%.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) informó que el 65% de la renta del productor queda en manos del Estado en sus diferentes niveles: 94% nacionales, 5% provinciales y el resto municipales.
En comparación con el último informe, en diciembre, el Índice subió 6 puntos. Los principales motivos son la suba de los costos y la caída de precios.
La participación del Estado en trigo es del 83,9%, lo que supera a la soja y al resto de los cultivos.
“La mayor caída de precios se presenta en trigo, el cual a su vez indicó la mayor participación del Estado en la renta en marzo 2024. En este contexto y frente a la próxima campaña fina, los números comienzan a ajustar, considerando que esta caída de precios viene acompañada de incrementos en los insumos y servicios”, indicaron desde FADA.