Los padres prefieren esforzarse y dejar a los chicos en el colegio privado. No se han registrado traspasos masivos al sistema público, ni cambios entre instituciones pagas
La mora en los colegios privados de Mendoza apenas pasa el 1%.Foto: Axel Lloret / Diario Uno
Mendocinos de todos los niveles socioeconómicos se ajustan el bolsillo de una u otra manera para hacer frente a los embates de una crisis que mezcla aumentos de precios en el súper con los de la nafta y las tarifas. Muchos de clase media dejaron gastos fijos de lado, ya no salen a comer por ahí y se llevan la vianda de casa al trabajo; pero lo que no hicieron fue tocar el colegio de los chicos.
La matrícula de un año a otro en las instituciones de gestión privada, sean o no con aporte estatal, pasó de 94.600 a 94.421. Esos 179 alumnos menos pasaron, en su mayoría, a escuelas dependientes de la universidad, lo que no es analizado ni de cerca desde la DGE como un traspaso masivo de estudiantes y mucho menos como un efecto de la crisis.
Cecilia Páez, directora de Educación Privada aseguró a Diario UNO que “no son más de 8 las familias que decidieron sacar a los chicos del colegio privado para pasarlos a un público provincial”, es decir fuera de los que lo hicieron a los universitarios.
Las instituciones educativas privadas sufren la crisis económica y apenas alcanzan los ingresos para pagar los sueldos.
Y tampoco se dio el fenómeno a gran escala de cambios de colegio de cuota más elevada a más económica.
¿Intentan los papás aguantar hasta que pase la crisis sin tocar el status quo de sus hijos? Seguramente. ¿Están retrasados los valores de las cuotas comparados con otros costos? En gran medida, también.
Apenas 1% de mora en los colegios privados
Un leve crecimiento en el índice de morosos se registró en los primeros cuatro meses del año, o de la gestión Milei, por decirlo en términos políticos. De menos de un punto de morosidad de diciembre del 2023, en abril la cifra subió al 1,1% promedio tanto en las 132 instituciones que reciben alguna subvención del Estado como en las restantes 16 que no la reciben y tienen, en general, cuotas que rondan los $150.000.
El análisis sobre esa rectitud de los padres a la hora de cumplir con las cuotas del colegio es amplio.
“La lectura que hacemos es que las familias eligen mantener los vínculos de sus hijos. Muchos papás y mamás que mandan a sus chicos al colegio privado son profesionales o se dedican a oficios y si pierden uno u otro trabajo, o disminuye la demanda, confían en que se recuperará más pronto que tarde”, dice Cecilia Páez desde un análisis general. Entonces, hacer un cambio tan brusco en el día a día de los chicos, que implique adaptarse a un nuevo círculo y alejarse de uno en el que ya están cómodos, nunca es la primera opción.
“Hay que resaltar que las cuotas promedio de colegios privados que reciben aporte estatal -que son el 89,2%-, no están caras. Por el contrario, dado que la DGE lleva el control de los aumentos y les pone tope, están muy por debajo de lo que representaban años atrás”, explicó a su vez María del Carmen Amat, presidenta del Consejo de Educación Católica (Consec).
El ejemplo práctico al que recurre Marita para graficar ese atraso es simple: “La cuota promedio de un colegio equivalía a un tanque de nafta. Hoy, representa entre un 50% y un 75% de un tanque”.
Desde la DGE, mediante el sistema GEM, confirmaron que no hubo una baja drástica en la matrícula de los colegios privados a pesar de la crisis económica.
Foto: Axel Lloret / Diario Uno
Habla así de cuotas de colegios de escolaridad simple con aporte estatal que quedaron, en general, entre los $26.000 y los $35.000; cuando llenar el tanque cuesta más de $45.000.
“Hoy no le significa al papá o a la mamá un esfuerzo imposible de realizar pagar la cuota del colegio y prefieren entonces ajustar por otro lado”, opinó Amat.
En este contexto tampoco han recurrido los padres al pedido de becas. Los colegios con subvención deben destinar por ley un 10% de su matrícula a alumnos becados. Ese porcentaje se mantiene y se cumple generalmente teniendo en cuenta situaciones especiales que no tienen que ver con la actual crisis económica. Se trata más bien de casos puntuales de madres solteras o de estudiantes que perdieron a alguno de sus papás, por ejemplo.
Donde sí se refleja la crisis es en los pocos colegios privados de cuota cero que hay en Mendoza. En ellos, las situaciones de vulnerabilidad se hacen más presente y han llegado a la DGE pedidos oficiales de merienda y de abonos para el transporte público.
Los vouchers, una ayuda nacional que aún no se concreta
Ni un mendocino ha recibido aún la confirmación de que desde Nación le transferirán a su CBU la mitad del valor de la cuota del colegio de sus hijos para pagarla los primeros días de mayo. Lo que esperan saber desde la DGE con certeza es cuántos pudieron completar el trámite y al menos están en vías de recibir ese subsidio.
Este lunes podrían haber novedades al respecto, según adelantaron a Diario UNO. También se espera comunicación desde la Secretaría de Educación respecto de las instituciones o niveles que no figuran en el listado de escuelas habilitadas para que sus alumnos pidan los vouchers.
Cecilia Páez confirmó que son 15 los colegios que no figuran y ya formalizó el reclamo institucional desde la DGE, presentando la planilla actualizada y completa.
“De todas maneras, cada papá debe hacer su reclamo de forma individual a voucherseducativos@educacion.gob.ar tanto si se les trabó el trámite como si no encontraron la institución que corresponde”, aclaró la funcionaria.
Son 15 los colegios privados de Mendoza que deberían figurar en el listado para los vouchers educativos y no están.
A los colegios sí les pegó la crisis
María del Carmen Amat contó a Diario UNO que a pesar del cumplimiento de los padres en el pago de la cuota, sostener un colegio no solo no es rentable sino que en muchos casos es deficitario.
“La tarifa del agua pasó de $200.000 a $500.000 de una factura a otra”, ejemplificó sobre los costos. Lo mismo (o peor) espera que pase cuando empiecen a llegar las facturas de la luz y, más tarde, las del gas. Todas sin subsidio alguno que aplique a instituciones educativas.
A eso hay que sumarle el hacer frente a los aumentos que se pactan en paritarias, con bonos incluidos, y cuentan desde la DGE que aún hay colegios que están sufriendo las consecuencias del pago de bonos a trabajadores dispuesto por el gobierno nacional anterior.
“Nunca fue rentable tener un colegio pero porque los restos que quedaban se reinvertían en mejorar la infraestructura. Ahora apenas alcanza para pagar los sueldos y ya estamos viendo cómo vamos a hacer cuando llegue el aguinaldo”, reconoció Amat.
¿Podrían aparecer en ese momento las cuotas extras para que los padres colaboren con ese pago? Es una opción pero voluntaria por lo que no acaba de asomar como una posibilidad tan cierta. Lo que la mayoría hace es adelantar las inscripciones a julio y con esos fondos afrontar el SAC. “Aunque después te quedás sin ese dinero en diciembre o febrero por lo que la rueda es interminable”, acotó.
Siguen abriendo nuevos colegios en Mendoza
A pesar de la situación compleja se ve luz al final del camino. Cuenta Cecilia Páez, hasta sorprendida, que ya tiene cuatro pedidos para la apertura de colegios nuevos (o niveles). “Y todos comienzan sin aporte del Estado”, informó.
Se trata de la apertura de un secundario, un nivel primario y dos niveles iniciales que, si pasan las revisiones de la DGE y municipales, abrirán las puertas para el ciclo lectivo 2025.
Hasta el 30 de junio hay tiempo para que ingresen a la Dirección de Escuela más solicitudes de apertura de escuelas nuevas.