Mondino llamó a dinamizar el funcionamiento del organismo regional para facilitar el comercio con otros países. Los jefes negociadores tendrán reuniones en Brasil hasta el viernes para destrabar puntos clave
Diana Mondino en la cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, en Asunción, junto a Lula Da Silva, Luis Arce, Luis Lacalle Pou, y Santiago Peña
Argentina se embandera detrás del Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Se trata de un histórico tratado birregional con foco comercial que, luego de más de dos décadas de idas y vueltas, gana impulso otra vez. Durante la última reuniones de ministros de Relaciones Exteriores en Uruguay, la canciller Diana Mondino planteó la necesidad de darle más dinámica al bloque de cuatro países. Y presionó para flexibilizar de avanzar con tratados sin el consenso de todos los miembros. La propuesta fue extensiva, no sólo limitada a las negociaciones con el Viejo Continente, aunque buscaron acelerarlas.
Mondino pretende que el bloque regional agilice la modalidad de vincularse con el sistema internacional para que los países del Mercosur que apuesten a abrir nuevos mercados puedan avanzar con negociaciones de forma individual. La propuesta de Argentina consiste en que los estados miembros puedan dialogar con posibles socios comerciales más allá del formato de acuerdo marco con los cuatro integrantes del organismo.
Cabe recordar que el Mercosur es una unión aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, además de Bolivia, el último en sumarse como estado parte. Durante la cumbre de cancilleres en Montevideo, Mondino señaló que el bloque regional “no ha logrado en estos años convertirse en un instrumento de acceso a los grandes mercados externos, sumado a un Arancel Externo Común alto para los estándares internacionales”.
Diana Mondino junto a sus pares de Brasil, Mauro Vieira; de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano; de Uruguay, Omar Paganini -anfitrión del encuentro-; y del nuevo Estado Parte, Bolivia, la Canciller Celinda Sosa
En ese sentido, exhortó que aquellos miembros dispuestos a abrir nuevos mercados, se les permita iniciar negociaciones de forma individual o plurilateral. “Elaboramos una propuesta para la aplicación secuencial de distintas modalidades de negociación, más flexibles, con terceros países o grupos de países”, explicó. Es algo que Mondino ya había planteado en la cumbre de jefes de Estado en Asunción, a la que faltó Milei.
La propuesta parte el bloque. Argentina está en sintonía con Uruguay sobre esa visión. En cambio, Brasil y, en cierta medida, Paraguay, defienden los acuerdos marco, con los cuatro países en la mesa de negociaciones. Luis Lacalle Pou, presidente uruguayo, rompió el hielo en ese sentido el año pasado. Montevideo es el gran impulsor de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. Incluso, la idea de avanzar con negociaciones individuales, sin el acuerdo de todos los estados miembros, motivó en su momento un cruce con el ex presidente Alberto Fernández.
De hecho, Uruguay invitó a China a la última reunión de cancilleres en Montevideo. Los chinos empujan un TLC con el Mercosur. No obstante, Argentina es renuente. Por un lado, el alineamiento de Milei con Estados Unidos desincentiva cualquier acercamiento con Beijing. Además, la Casa Rosada señala que la balanza comercial con el gigante asiático tiene U$D 9 mil millones de déficit. Son variables que obstruyen ese acuerdo.
En cambio, el Gobierno ve con buenos ojos acelerar el tratado comercial con la Unión Europea. Por estas horas, los jefes negociadores del Mercosur y la UE se encuentran reunidos en Brasilia para avanzar en ese sentido. Marcelo Cima, secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, lidera la delegación argentina. Participan sus pares de Brasil, Uruguay y Paraguay junto a Ruppert Schlegelmilch, diplomático alemán representante de los europeos.
Durante la presidencia de Mauricio Macri, el Mercosur cerró el Acuerdo con la UE. Sin embargo, los europeos crearon el Pacto Verte el mismo año y pidieron reabrir las negociaciones para avanzar con propuestas de desarrollo sostenible. Ante esa oportunidad, los estados sudamericanos también exigieron poner otros tópicos sobre la mesa de las negociaciones, como derechos de importación, compras públicas, empresas estatales, entre otros. Son esos los puntos que se discuten ahora en la capital de Brasil.
“El encuentro de Jefes Negociadores que se desarrollará en Brasilia esta semana es una oportunidad histórica, quizás una de las últimas para avanzar en el eventual cierre del acuerdo entre el Mercosur y la UE, que marcará un antes y un después en la inserción internacional del bloque”, insistió Mondino el lunes en Montevideo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (EFE)
Por su parte, la Unión Europea también tiene interés en avanzar con el tratado. De no mediar peripecias, está previsto que se le pueda dar un cierre a fin de año al acuerdo comercial. Sería el primero de dos pasos. La segunda parte incluirá el documento completo y la posterior ratificación de todos los parlamentos nacionales.
Algo clave para que el acuerdo avance es la situación al interior de la UE. Las elecciones del Parlamento Europeo en junio marcaron un avance de la centro derecha y la extrema derecha. No obstante, la nueva relación de fuerzas permitió la continuidad de Úrsula Von der Leyen al frente de la Comisión Europea, órgano de toma de decisiones de esa sociedad internacional. Francia era una de las potencias que tenía reparos sobre el acuerdo con el Mercosur. Pero el retroceso de la coalición de Emmanuel Macron en el parlamento regional, así como la situación política interna de su país, lo obligó a un repliegue y permitió la reelección de la médica alemana. El Jefe de Estado francés respaldaba al ex presidente italiano Mario Draghi para conducir el principal organismo de la UE.
Von der Leyen es una de las principales impulsoras del acuerdo con el Mercosur. La representante de la UE articulará para que haya avances en lo sucesivo. Por eso, la postura de Argentina cobra relevancia en medio de las negociaciones que se desarrollan por estas horas en la capital de Brasil.