Se trata de un concepto que el Gobierno logró imponer a pesar de la resistencia de algunos gremios. De qué manera los distintos sectores del personal estatal lo ven o verán reflejado en sus sueldos.
Casi termina el año y el Gobierno de Alfredo Cornejo de manera directa -como ítem- o a través de otros incentivos impulsó la productividad para varios sectores del personal estatal. No lo hizo a través de acuerdos paritarios, sino por ley. Ya cobran los médicos que se pasaron al nuevo régimen salarial y de alguna manera lo percibirán los docentes si hacen capacitaciones, ya que existirá en el salario un adicional por ese motivo, algo que regirá a partir del año próximo. El Ejecutivo buscó que se colara como ítem en las paritarias de Judiciales pero no fue aceptado por los gremios.
En Casa de Gobierno la idea que se barajó este año fue clara: quien trabaje más, cobrará más. Para el Ejecutivo es de “sentido común” el planteo y porque, además, no sólo logra “premiar” a quienes más horas dedican al trabajo sino que favorece al sistema público con mayores prestaciones. Sin embargo, en las negociaciones paritarias es un tema complejo porque para los sindicatos es muy subjetivo y arbitrario qué se mide y entonces, históricamente se han opuesto.
Como contó MDZ, ya hay médicos que se cambiaron de régimen salarial y empezaron a cobrar por productividad. Se realizaron 600 pedidos de simulación de los cuales ya pasaron 100 al nuevo régimen y por lo tanto, cobraron su primer sueldo en noviembre. Además, desde el Ministerio de Salud confirmaron que esperan que a fin de mes el número de médicos en el nuevo régimen llegue a 150.
La propuesta del Ejecutivo es optativa y busca contener la fuga de profesionales de la salud por los bajos sueldos y generar mayor oferta en los centros asistenciales de toda la provincia. La retribución de los profesionales médicos contempla un componente horario y otro de objetivos. Pero además, quienes opten por el nuevo sistema pueden acceder a una remuneración extra por productividad que el ministerio de Salud entiende que trae beneficios para el personal médico pero también para el sistema porque se harán más prestaciones. Para el cálculo de ese ítem se utiliza una unidad de medida denominada unidad sanitaria, cuyo valor inicial se ha fijado en $180.000.
En el caso de los docentes, el ministro de Educación, Tadeo García Zalazar, considera que “la productividad” se mide de acuerdo a los resultados del rendimiento de los alumnos. Sin embargo, por estos días la Dirección General de Escuelas está trabajando en la reglamentación de la norma que generará incentivos para los docentes de acuerdo a distintas variables. Una de esos puntos están atados a las capacitaciones. Este año, el Gobierno impulsó cursos de formación que fueron los los sábados por la mañana y quienes los hicieron recibieron un aporte de $40.000. Pero ahora, con la nueva norma, irá más allá: creará un ítem por capacitación – las básicas las dará el Gobierno- pero también en ese adicional estarán incluidos los posgrados que puedan hacer el personal del sistema educativo. Te podría interesa
Como la ley contempla varios aspectos, está previsto que en los próximos meses- probablemente desde febrero- se pague otro concepto que es el arraigo. Los docentes podrán generar mayores ingresos a partir de la permanencia en una institución por más de dos años. De esta manera se promueve el arraigo pedagógico como también un proyecto institucional. Para el Gobierno, este arraigo no solo beneficia a los profesionales de la educación, sino que también contribuye directamente a la calidad de la enseñanza y al bienestar de los estudiantes, por la continuidad que permite armar proyectos que se enlacen en los distintos años.
En su primera gestión,(2015-2019) Cornejo incluyó el ítem aula que premia a docentes que tienen asistencia perfecta a la escuela y por el contrario, no cobran quienes faltan, con independencia del motivo. Ese concepto atado a la productividad fue aprobado en la Legislatura en el 2016 con un alto debate social y rechazo gremial que se mantiene actualmente ya que consideran que entre otros puntos, afecta el derecho al paro. Ese mismo año, el gobernador decía: “Es necesario asegurar la productividad y habrá ítems para los policías, salud y Administración Central y espero que la paritaria docente arranque antes de fines de año y sea para todo el 2017″.
En su plataforma de campaña para la gobernación del 2023, Cornejo incluyó: “Reformar y actualizar el ítem aula. Esta discusión debe darse con propuestas serias y que tengan en cuenta la mayoría de las voces que están dentro del aula. Por eso, proponemos revisar y mejorar este ítem que significa un modelo en el país, con estudios que arrojen seriamente datos y acciones que favorezcan a los docentes. Incluso, premiar e incentivar la capacitación continua”.
Los rechazos
Ampros, que representa a los profesionales de la salud, se opuso al nuevo régimen y el Gobierno avanzó por ley y de manera optativa. En el caso de Judiciales, que hicieron paros reiterados durante mayo, los paritarios oficiales intentaron incluir en la negociación salarial un ítem de productividad que fue rechazado por el gremio de los empleados judiciales.
En el conflicto por la situación de los trabajadores de las oficinas fiscales, el Gobierno ofreció un adicional por productividad para aumentarles el sueldo a los auxiliares pero el gremio de los empleados Judiciales que dirige Ricardo Babillón, lo rechazó con el argumento de que “sería a criterio de los jefes” En ese sentido, en diálogo con este diario, el dirigente recordó: “Por paritarias se intentó incluir la productividad pero en el Poder Judicial y yo diría que en el 90% del sistema público es imposible medirla. De hecho, cuando se ha impuesto, ha sido por ley y no por acuerdo paritario”, subrayó