Especialistas afirman que el aumento del consumo de alcohol refleja problemas en materia de salud mental, y piden revisar hábitos que están creando cada vez más tolerancia a la bebida.
Más de 1.000 son los conductores que en lo que va del 2024 han sido multados por manejar superando los 0,5 gramos de alcohol en sangre; el límite que permite la Provincia al no estar adherida a la Ley de Alcohol Cero.
Además, producto de siniestros viales con el alcohol como protagonista, 101 personas fallecieron durante los primeros seis meses del año. Una cifra que ya supera el total de todo 2023, período en el que se registraron 98 muertes.
Advirtiendo un futuro preocupante si no se toman cartas en el asunto, especialistas señalan que los hechos expuestos son un “síntoma” que indica “graves problemas sociales en cuanto a salud mental“, y hablan de una “compulsividad” en el consumo de alcohol, que precisa de una revisión de hábitos que están generando dependencia.
“La vivencia es que hay mayor cantidad de personas que se encuentran bajo consumos de sustancias, afectando a terceros. El alcohol es una sustancia psicoactiva con efectos ansiolíticos que se está usando para paliar síntomas. Lo que sucede nos está mostrando que estamos en graves problemas sociales en cuanto a salud a mental“, afirmó el médico toxicológico Sergio Saracco.
En tanto, desde el Plan Provincial de Adicciones reforzaron la idea, confirmaron que el alcohol es la droga más consumida en Mendoza, y manifestaron que muchos circulan sin registrar los excesos.
“Cuando hay un problema de consumo, la sustancia llega como una pseudo solución a algo que no se puede responder. El consumo de alcohol tiene diferentes variables para ser medido. Hay muchos que no materializan el consumo, no lo reconocen“, sumó Marta Hintuchi, coordinadora del programa.
El peligro de crear tolerancia
Un hombre de 31 años protagonizó este domingo un accidente de tránsito en Godoy Cruz que rompió un récord de alcoholemia positiva en la provincia: el dosaje marcó más de 4 gramos de alcohol en sangre, una cifra que supera máximo detectable por cualquier alcoholímetro.
Pero este no es el único triste récord en ser noticia. A finales de 2022, un hombre de Río Negro superó la marca mundial al circular con 6,26 gramos de alcohol en sangre. Meses antes, otro conductor de Neuquén había arrojado 5,79 gramos.
“Con esas cantidades la persona antes sufría un coma alcohólico; no podía ni caminar. Hoy está manejando“, planteó Saracco, exponiendo las consecuencias de las “dosis frecuentes” que van creando cada vez mayor tolerancia al alcohol.
Y sumó: “El organismo se empieza a adaptar al consumo y se tornan mucho más peligrosos sus comportamientos. Hoy la percepción del riesgo que todo esto implica es prácticamente nula“.
Consumo compulsivo
“Estamos en una época en la que hay voracidad por consumir y el alcohol no es la excepción. Se está tomando cada vez más. Hay una sensación de que hay algo que se puede consumir como un todo, de manera compulsiva“, señaló Hintuchi.
La profesional destacó que este fenómeno empeoró con la pandemia, en donde hubo “excesos” en diferentes aspectos, y además, esto llevó a la creación de hábitos.
“Debemos instalar la pregunta de cómo es el hábito de consumo que cada uno tiene. A veces se piensa que es moderado, y no siempre es así. Por ejemplo, sí tengo que pensar en evadir los controles de tránsito porque tomé alcohol o si necesito tomar para divertirme; son alertas“, especificó la coordinadora del Plan Provincial de Adicciones.
Además, Hintuchi pidió no “banalizar” el consumo y afirmó que si uno va a manejar, lo mejor es no tomar alcohol.
“Que haya una Ley que dice que está permitido circular con 0,5 gramos, no significa que tengamos que tomar. Hay que partir de la base que lo mejor es no conducir si se tomó alcohol“, concluyó.