Tras el 3-0 de los Sounders, Luis Suárez y Vargas dieron comienzo a una trifulca que empañó la definición de la Leagues Cup
La final de la Leagues Cup que Seattle Sounders le ganó 3-0 al Inter Miami de Messi mantuvo la temperatura elevada a lo largo de los 90 minutos. Y en la primera etapa, cuando el local fue más y se puso en ventaja, surgieron los primeros chispazos, sobre todo entre argentinos: primero Rodrigo de Paul y luego el propio capitán discutieron con Pepo de la Vega, una de las figuras del encuentro.

En el inicio del segundo tiempo, el elenco rosa, campeón de la edición 2023, tuvo dos chances para igualar; una, en los pies de Messi, que se marchó por encima del travesaño; y otra a través de Tadeo Allende, quien definió desviado. De contra, Seattle resolvió el pleito y se quedó con el trofeo, no sin antes darle paso a una gresca de la que participaron los dos planteles.
Apenas se escuchó el pitazo final, Luis Suárez salió corriendo hacia la ubicación de Obed Vargas. ¿Acaso hubo una palabra de más en el desahogo? Enseguida lo que comenzó como una discusión entre dos se hizo multitudinaria, con empujones y agarrones, a la que se fueron sumando Maxi Roldán y Marcelo Weigandt, entre otros, y un auxiliar del entrenador Brian Schmetzer, que se mostró muy activo, sobre todo con el Pistolero como blanco de sus insultos.

La trifulca le dio paso a un par de golpes de puño y algunos futbolistas terminaron sobre el césped. De a poco, las tensiones fueron aflojando, en gran parte, por la actitud de Messi y Schmetzer, cada uno por su lado. Las cámaras captaron una conversación entre la Pulga y Vargas, en la que trató de aplacar los ánimos. También el colombiano Gómez Andrade se acercó al astro, de 38 años, y en ese contexto áspero se animó a pedirle la camiseta.
Luego, el propio DT de Seattle dialogó con el delantero y lo felicitó. Más tarde, Messi encabezó con hidalguía la entrega de la medalla por el segundo puesto. Pero los cortocircuitos no terminaron.