La inflación en Venezuela se mantiene. Si bien el país ya superó la crisis por escasez de alimentos, los salarios en el sector público y privado son tan bajos, que no es posible costear la canasta básica de alimentación a menos de que exista otra fuente de ingresos. Para sostenerse, los ciudadanos se valen de las remesas que envían sus familiares que han emigrado o mantienen dos o más empleos.