Tras considerarse en libertad de acción de manera unilateral, el Xeneize elevó un reclamo a FIFA contra el colombiano que no prosperó. Ahora en Independiente Rivadavia, se cruzará con su exclub este sábado.
Boca y Sebastián Villa estarán otra vez cara a cara, pero en otro escenario completamente diferente. Ya no batallarán mediante cartas documento, con abogados de por medio ni en Tribunales, sino en la cancha. La estricta actualidad del colombiano en Independiente Rivadavia de Mendoza lo llevará a cruzarse en el verde césped (este sábado, a las 18.45) por primera vez con el club del cual se marchó en un serio conflicto legal. En ese momento, el Xeneize inició un reclamo en FIFA que no surtió efecto. ¿En qué quedó el litigio judicial?
Después de ser declarado culpable por la justicia en el caso de violencia de género contra su expareja Daniela Cortés, a mediados del 2023, la dirigencia xeneize consideró que el delantero no tenía que concentrar más con el plantel azul y oro. Como estaba en su derecho, y por sus obligaciones del contrato laboral, Villa podía continuar entrenándose pero no iba a participar de los partidos del equipo comandado en aquel entonces por Jorge Almirón.
Ante este panorama, el delantero de 28 años se marchó a Colombia con autorización de la Justicia y buscó quedar en libertad de acción por medio de una carta documento que envió alegando que si no era reincorporado a la par de sus compañeros en los próximos días, tomaría esa medida. Y así fue: de manera unilateral se consideró libre y al tiempo, luego de que se viralizara una foto suya entrenándose con Unión Deportiva Lanzarote de la Tercera División RFEF de España, firmó contrato con Beroe Stara Zagora de Bulgaria.
Qué dicen en Boca sobre Villa y los detalles del conflicto legal
A raíz de esto, y entendiendo que estaba atentando contra su contrato, Boca inició un proceso judicial y le reclamó a la FIFA la liberación de su cupo de extranjero, el resarcimiento de 5 millones de dólares y sanciones deportivas. Sin embargo, en febrero el ente regulador se declaró incompetente y confirmó que no castigaría al otrora goleador xeneize.
La institución liderada por Gianni Infantino argumentó que su caso debe se tratado en la Justicia laboral de Argentina, en la que la demanda del cuadro de la Ribera se encuentra en una primera instancia. La CD de Juan Román Riquelme podía apelar al Tribunal Arbitral del Deporte, popularmente conocido como TAS, el último eslabón de un reclamo de este estilo. No obstante, nunca trascendió que haya avanzado en esos términos y hoy en Boca dicen que el caso Villa está “zanjado”.
Cuál es la situación judicial de Villa y la defensa del presidente de Independiente Rivadavia
En el plano legal, Villa no tiene ningún impedimento para desarrollar su actividad en cualquier lugar del mundo a pesar de haber sido condenado a dos años y medio de prisión por violencia de género contra Daniela Cortés (es excarcelable por ser menor a tres años). Además, el delantero tiene otra causa abierta por abuso sexual con acceso carnal contra Tamara Roldán. En ese segundo procedimiento hubo un arreglo extrajudicial con la víctima tres días antes del comienzo del juicio, por lo que se pidió la extinción del proceso penal. El fiscal se opuso y la jueza también fue por ese camino, lo que implica que la determinación final estará en manos de la cámara.
En la previa del encuentro frente a Boca, Daniel Vila, mandamás del cuadro mendocino, salió al cruce de los críticos de su jugador justamente por esta situación. “Es un trabajador. Tiene que vivir, mantener una familia y trabajar. Si fuera un plomero… ¿qué me diría usted? ¿Que no trabaje como plomero?”, comenzó -contundente- en una charla con el programa radial Boca de Selección.
En este sentido, continuó: “El límite es que está cumpliendo su sentencia como corresponde y punto. Ese es el límite. Cometió un error, fue a la Justicia, se lo castigó y está cumpliendo el castigo. A él le dieron dos años y un mes, no una sentencia de por vida. Entonces, si no tiene prisión perpetua, tiene que trabajar de lo que sabe hacer. Él sabe jugar al fútbol”.
Además, apuntó que “no se le puede negar a nadie una segunda oportunidad para reinsertarse en la vida, porque, de última, el castigo tiende a eso, a la reinserción social. Y a nadie se le puede negar el derecho a trabajar”. A modo de conclusión, agregó: “No estamos hablando de un homicidio, estamos hablando de una agresión verbal y de agresiones libres. Tampoco es un parricidio. Está bien, es un delito, por supuesto, y tiene que cumplir la pena. Pero de ahí en más, yo creo que queda libertad para poder trabajar y poder reinsertarse socialmente”.