En un acto de alto nivel celebrado en Bruselas el jueves 26 de junio, la Alianza GAVI para las Vacunas reunió a donantes internacionales para financiar su próximo programa quinquenal. Hasta el momento, GAVI ha conseguido más de 7.700 millones de euros, una cantidad aún insuficiente para alcanzar su objetivo global, aunque se esperan más promesas en las próximas semanas.

“Lo que está en juego son las vidas de millones y millones de niños. Y creo que no hay nada más importante en el mundo que la vida de millones de niños”, declaró en una entrevista a ‘Euronews’ el presidente de GAVI, José Manuel Barroso. “La diferencia está en si reciben inmunización, si reciben vacunas o no. Porque si no las reciben, podrían morir de enfermedades perfectamente prevenibles”, añadió.
GAVI, creada en el año 2000, es una alianza mundial para la salud cuyo objetivo es mejorar el acceso a las vacunas en los países más pobres del mundo. Desde su creación, la alianza ha ayudado a vacunar a más de 1.000 millones de niños y se calcula que ha salvado 19 millones de vidas. Ahora, su objetivo es llegar a 500 millones más para 2030.
Sus partidarios afirman que las inversiones en vacunas ofrecen un gran rendimiento -hasta 54 dólares por cada dólar gastado (46 euros)- gracias a la reducción de los costes sanitarios y el aumento de la productividad económica.
Europa a la cabeza
Los países europeos se encuentran entre los principales partidarios de la campaña en Bruselas. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, prometió 130 millones de euros, un 30% más que el compromiso anterior del país. “España está dispuesta a dar un paso adelante cuando otros se echan atrás”, afirmó.
La Comisión Europea también reafirmó su apoyo con una promesa de 360 millones de euros, lo que eleva el compromiso total del Equipo Europa -que combina las instituciones de la UE y los Estados miembros- a más de 2.000 millones de euros.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, acogió con satisfacción el compromiso de GAVI y Unicef de adquirir hasta el 20% de las vacunas de sus programas a productores africanos.
“Juntos podemos garantizar que las vacunas no sólo estén disponibles para África, sino que se fabriquen cada vez más en África“, declaró Von der Leyen, mencionando que Europa es también el mayor contribuyente al acelerador de fabricación de vacunas en África.
El Reino Unido fue el mayor donante, con 1.250 millones de libras (1.466 millones de euros). “Donde otros dan un paso atrás, nosotros en el Reino Unido damos un paso adelante”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy. “Esto ayudará a inmunizar a más de 60 millones de niños, salvando aproximadamente 1,25 millones de vidas”.
Estados Unidos se retira
En un marcado contraste con años anteriores, Estados Unidos -históricamente uno de los principales donantes de GAVI- anunció que dejaría de proporcionar fondos, como parte de una reducción más amplia de la ayuda internacional bajo la Administración del presidente Donald Trump.
“Hay mucho que admiro de GAVI”, dijo el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., en un mensaje de vídeo. “Desafortunadamente, en su celo por promover la vacunación universal, ha descuidado la cuestión clave de la seguridad de las vacunas”.
Kennedy, un conocido escéptico de las vacunas, planteó específicamente su preocupación por la vacuna DTP (difteria, tétanos y tos ferina), una inmunización infantil muy utilizada. GAVI respondió reafirmando su “plena confianza” en la vacuna DTP, citando décadas de riguroso control de seguridad.
Barroso denuncia campañas de desinformación
Barroso, en otra entrevista anterior a la declaración de Kennedy, mantuvo un tono optimista sobre la futura colaboración con la Administración estadounidense. Sin embargo, también denunció las campañas de desinformación sobre la vacuna alimentadas por las teorías de la conspiración y las redes sociales. “A la gente, a veces, le gusta aceptar este tipo de fantasías”, dijo.
Como concluyó Barroso, los datos mundiales sobre el impacto de la vacunación son indiscutibles: los países con programas de inmunización sostenidos han registrado tasas de mortalidad infantil drásticamente inferiores. Enfermedades prevenibles como la poliomielitis, antaño muy extendidas, casi han desaparecido en estas regiones. “Las vacunas salvan vidas y eso está demostrado”, afirmó.