La categoría de “alimentos y bebidas”, que arrojó un 3,3%, fue el principal motor de la cifra que arrojó la provincia. Señalan que la escasez de productos y el impacto del dólar marcaron la tendencia alcista de los precios.

Foto ilustrativa.

La inflación en Mendoza se ubicó en 1,9% durante julio, misma cifra que se dio a nivel nacional. Esto llevó a que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la provincia acumulará un alza del 15,3% en lo que va de 2025 y una variación interanual del 32,9%. El rubro que más creció, con un 3,3% fue alimentos y bebidas, un dato llamativo ya que revirtió la deflación presentada en el mes de junio.

Para Rubén David, responsable del mayorista Oscar David, el dato respondió a la escasez estacional de frutas y verduras, las cuales fueron el principal factor que impulsó los precios.

“Lo que más empujó los precios fueron las frutas y las verduras, sobre todo porque no había. Pero a partir de septiembre, octubre, empieza a haber más verdura y todo se acomoda”, sostuvo en diálogo con El Sol.

Al fenómeno “estacional” también se sumó el impacto del dólar sobre productos importados, que registraron subas de entre un 10% y 12%.

“Estos productos netamente importados acompañaron esa suba, porque no se fabrica nada de eso en el país y se trae de afuera directamente”, señaló el especialista.

Importados en la mira: del café al shampoo

Entre los artículos que más se encarecieron, David mencionó “shampoo, detergente, pasta de dientes, pañales y bebidas alcohólicas importadas”. En el caso de los alimentos, destacó que hay productos de la canasta de medición 100% importados, como atún, palmitos, ananá, cacao y café, además de algunas legumbres que no se producen en el país.

Incluso, algunos bienes que parecen nacionales dependen del exterior: “Existen productos que por ahí están envasados en Argentina, pero la materia prima viene de afuera”.

Las frutas y verduras fueron el principal factor que impulsó los precios.

La deflación de junio

Con respecto a lo sucedido en junio con la misma categoría, el empresario recordó que la deflación en alimentos y bebidas se debió a que las ventas estaban complicadas, lo que llevó a las empresas a aplicar promociones agresivas para mantener el consumo.

“Durante julio se acomodaron más las cosas, a diferencia de junio. Es allí que, por la necesidad de ventas, se efectuaron promociones, descuentos y otras estrategias para poder hacer rentable al sector”, concluyó. 

Por último, los mayoristas detallaron que con la llegada de la primavera y una mayor oferta de verduras, esperan que los precios del rubro se estabilicen en los próximos meses.

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