“Somos 150 familias, sostén de hogar, que nos veríamos perjudicadas con esta medida”, dijeron los afectados a Diario Mendoza Today.

Kiosco

Através de un elocuente comunicado, kiosqueros y buffeteros escolares agrupados de Mendoza, manifestaron su “absoluto rechazo” a la Ley Provincial Nº 9525 de Promoción de Modos de Vida Saludable y a su decreto reglamentario Nº 1835/2024 sancionados recientemente, que pretenden regular la venta de alimentos en los kioscos escolares.

El documento, al cual tuvo acceso Diario Mendoza Today, puntualiza: “Esta normativa incurre en serias contradicciones que la hacen inaplicable en la práctica, y lejos de lograr su supuesto objetivo de promover una alimentación saludable en los estudiantes, tendrá un impacto devastador en la economía y el desarrollo normal del giro comercial de los kiosqueros”.

A continuación, expusieron las razones de su rechazo: “En primer lugar, los productos autorizados por la ley, como frutas frescas y barras de cereales sin azúcar, tienen precios mucho más elevados que los productos tradicionales que vendemos habitualmente. En un contexto de profunda recesión económica como el que atraviesa nuestro país, la gran mayoría de familias enfrenta graves dificultades económicas, e imponer la comercialización exclusiva de alimentos caros generará indefectiblemente una barrera de acceso para los estudiantes reduciendo significativamente nuestras ventas”.

Por otro lado, advirtieron que “los alimentos que la normativa permite expender son mucho más difíciles de conseguir, puesto que se adquieren sobre todo en zonas alejadas de los centros urbanos o en localidades más pequeñas de la provincia. Ello implica que la logística para abastecerse de estos productos resulte mucho más compleja y costosa, lo que afectará directamente la capacidad tanto económica como material de los kiosqueros para cumplir con la ley. La mencionada norma refleja un absoluto desconocimiento por parte de los legisladores acerca del desenvolvimiento de los kioscos escolares, poniendo de manifiesto su total desvinculación con la realidad de aquellos que se ven afectados por el alcance de sus disposiciones.  Para su redacción no se tuvo en cuenta cómo operamos, ni las dificultades prácticas que enfrentamos en nuestro día a día para el sostenimiento de nuestros negocios”.

De acuerdo a los afectados, “los kioscos funcionan en un entorno dinámico donde la oferta y la demanda dependen de factores inmediatos, y esta ley ignora esas realidades. Por su parte, resulta evidente que la ley 9525 es una normativa que carece de viabilidad para ser aplicada en el día a día de los colegios. Lo cierto es que los estudiantes seguirán consumiendo los productos que el Gobierno busca prohibir, adquiriéndolos en comercios que se encuentran fuera de los establecimientos educativos y que no están alcanzados por las limitaciones que aquella pretende imponer, lo que revela que nos encontramos ante una normativa cuyo voluntad regulatoria deviene estéril, constituyendo un esfuerzo inútil y meramente simbólico, que no otorgará beneficios para los alumnos pero sí innumerables perjuicios para el rubro que representamos”.

Ello demostraría que la prohibición en los kioscos “no resolverá el problema del consumo de alimentos con altos valores energéticos. No podemos dejar de resaltar la incoherencia existente en el hecho de que el mismo Estado que sanciona esta ley, continúe entregando meriendas escolares que no cumplen con las restricciones establecidas. La contradicción es evidente y pone en duda la verdadera intención y seriedad de la normativa”.

Finalmente destacan que “los kioscos escolares ya cumplen con ofrecer productos saludables, como frutas, yogures y jugos naturales, tal como lo exige la normativa. Sin embargo, la realidad es que los estudiantes no eligen estas opciones, prefiriendo otros productos más atractivos para ellos. Como resultado, los productos saludables se vencen o se echan a perder, lo que genera pérdidas para los kiosqueros. La imposición de esta ley no cambiará las preferencias de los estudiantes si no va acompañada de una educación nutricional integral”.

Tras el comunicado, los kiosqueros lograron una reunión con funcionarios mendocinos. “Lo que nos dijeron personalmente en la reunión es ‘quédense tranquilos que será de forma progresiva y no se prohibirá la venta’ pero la realidad es que a los colegios llegó este memorándum”, explicó a este diario uno de los firmantes del documento.

Y añadió: “Se habla de la prohibición de ventas dentro de las instituciones educativas para garantizar la merienda saludable pero no habla que los chicos tienen que dejar de traerlo de afuera, es decir que la medida es en contra de los kioscos y no a favor de una alimentación saludable. Somos 150 familias, sostén de hogar, que nos veríamos perjudicadas con esta medida. Hemos tratado de que nos escuchen pero estamos a una semana de terminar las clases y no se habla de renovación de contratos en las escuelas. Estamos realmente muy preocupados”.

Finalmente se preguntaron: “¿Qué es una merienda saludable? Bajo esa normativa no podríamos vender ni turrón, ni yogurt, ni tutucas, ni barritas de cereal, todo tiene octógonos”.

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