Pensiones no contributivas en revisión: largas esperas en la sede local de ANDIS, falta de respuestas y miles en riesgo de perder el beneficio

Con o sin frío, beneficiarios de pensiones no contributivas esperan por atención en la puerta de la Agencia Nacional de Discapacidad.
Son las 5 am de un miércoles laborable. Carpeta en mano, se sube al primer micro que la lleve hasta el centro de Mendoza. Tiene que llegar a Belgrano y Las Heras de Ciudad lo más temprano posible porque ayer se quedó sin número. Ahí está la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), el único lugar en el que le pueden dar, cara a cara, información sobre la auditoría de las pensiones no contributivas por incapacidad laboral.
Esa situación se repite todos los días desde hace un mes. De todas partes llegan madres, padres, hijos y pacientes angustiados, preocupados y hasta desesperados por miedo a que la Nación les quite la pensión no contributiva de la que son beneficiarios ellos, sus papás o sus hijos.
La mayoría de las personas que llegan a ANDIS ya asistieron al turno que recibieron por carta documento en sus domicilios, y que se llevó a cabo en algún centro de salud. Allí, un médico de cabecera del PAMI les ofreció un primer panorama, revisó la documentación relacionada con la pensión que en algún momento les fue otorgada, y les indicó que la cargaran en la plataforma o la completaran, en caso de ser insuficiente.
Las dos cosas son un problema. “Se tilda la página; está colapsada”, me cuenta una señora mientras le saca foto a la información pegada en las paredes de la oficina de la agencia. En esos papeles blancos está el paso a paso para cargar la documentación pero no le servirá de mucho si la plataforma no anda.

Información de la ANDIS sobre la auditoría de pensiones no contributivas. Algunos sacan fotos y con eso se van satisfechos.
La otra opción es sacar turno en la ANSES. Esa es buena… -ahora, porque en los primeros días de auditoría tampoco funcionaba-. El inconveniente, me cuentan, es que allí solo te reciben la documentación respaldatoria pero si tenés algún problema con la misma, no pueden ayudarte.
Por eso muchos acaban en la ANDIS, que hace un mes muestra el mismo escenario: decenas de personas paradas en la galería esperando que se hagan las 8.30, horario en el que uno de los dos empleados administrativos que quedaron en la agencia nacional después de los despidos masivos reparte un número de atención.
A veces se reparten 50, a veces 40, y en los próximos días podrían ser aún menos porque de esos dos trabajadores, por cuestiones operativas de la agencia, solo se presentará uno. El objetivo es salir de ahí con una respuesta clave: qué hago para no perder la pensión no contributiva.
El problema que aqueja a muchos que tienen miedo de perder la pensión no contributiva
Esta no es la primera auditoría que afrontan los beneficiarios de pensiones no contributivas por incapacidad laboral; es la tercera y la más próxima se dio en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
En aquella, recuerdan algunos beneficiarios que charlaron con Diario UNO, hubo protestas pero se dio de manera más ordenada: te daban una ficha que los médicos de cabecera del beneficiario tenían que llenar o, según el caso, te revisaban en el momento.
Ahora no es así. Lo que reciben los médicos auditores es la documentación que el paciente tiene y, si en todos sus años de pensionado (algunos 30), la perdió… tiene que hacerse los estudios de nuevo.
Con esa situación se están encontrando en las auditorías que se llevan a cabo en Mendoza. Los turnos se están otorgando con cierta normalidad y la concurrencia es buena, pero son muchos los ya no tienen a mano los estudios médicos que les hicieron en su momento para recibir la pensión no contributiva.
“Se tienen que hacer los estudios de nuevo”, les dicen, pero tienen apenas un mes para presentar la documentación y en el sector público de salud no manejan esos tiempos para la atención. “El psiquiatra me da turno para dentro de cuatro meses”, me cuenta desesperada la mamá de un chico con retraso mental que cobra una pensión no contributiva.

La escena se repite hace un mes en la oficina de la Agencia Nacional de Discapacidad, encargada de la auditoría de pensiones no contributivas por invalidez laboral.
“Este mes destiné los $200.000 de la pensión a pagarle los estudios que pude de manera particular pero me falta ese, con el psiquiatra, y no consigo turno ni en el sector privado”, dice con el número 20 en la mano, esperando que en la oficina de la ANDIS le den una respuesta que la satisfaga.
Un señor de 81 años con sus cuatro hijos discapacitados; una chica de 30 años con un tumor en la zona abdominal; y un joven con VIH también buscan soluciones. Una mujer mayor, que fue diagnosticada con cáncer hace 10 años y hoy parece haber ganado la batalla, espera una respuesta. “¿Se puede decir que estoy curada y no tengo invalidez laboral?”, casi que filosofa. No sé qué decirle y me voy del lugar sin saber qué le dijeron los evaluadores.
La angustia se respira. Incertidumbre es la palabra que los define a todos y cada uno de los que esperan que salga el trabajador de ANDIS y diga el número que tienen anotado con un marcador rojo en un pedacito de cartón cortado a mano.
Las respuestas de Nación por las pensiones no contributivas
Hablar directamente sobre las auditorías a las pensiones no contributivas con algún responsable de la Agencia Nacional de Discapacidad resulta inviable.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ofreció algunas respuestas la semana pasada durante su informe ante la Cámara de Diputados. Según explicó, en los primeros días se registraron problemas de conectividad en el sistema, pero aseguró que la atención ya se encuentra “normalizada” y que se realiza un monitoreo constante para reforzar los mecanismos, en caso de ser necesario.
Lo cierto es que sí, sigue siendo necesario, al menos según relatan los propios beneficiarios, quienes pasan horas intentando cargar la documentación en la plataforma de Mi Argentina. La situación no mejora al presentarse personalmente en la Agencia Nacional de Discapacidad: allí tampoco cuentan con un sistema interno propio para procesar los trámites, por lo que deben ingresar a través de la misma página oficial. Si el sitio está caído, ellos tampoco pueden brindar ayuda.
“Los turnos están pensados para una atención ágil y rápida, contemplando las necesidades de los beneficiarios de la pensión y sus acompañantes o apoyos”, dijo Francos en su informe sin dar respuestas sobre los inconvenientes que se presentan después de esa primera atención y que, en definitiva, son los que más preocupan a los pensionados.
Quienes tienen dificultades para asistir al turno, complicaciones o emergencias, pueden reprogramar el turno a través del mail: inasistenciapnc@andis.gob.ar

Con estudios médicos en mano, decenas de pensionados por invalidez laboral se presentan en la ANDIS buscando respuestas.
El jefe de Gabinete informó, además, que el universo de pensionados a auditar es de un total de 1.017.219 beneficiarios; de los cuales 45.873 se ubican en Mendoza.
La ANDIS es la autoridad de aplicación de las auditorías y responsable de su diseño, organización, evaluación médica y resolución final, para la que no hay un plazo unificado.
Sobre la auditoría 2025, Francos contó que ya se enviaron 703.430 cartas de notificación pero solo llegaron a manos de los beneficiarios de pensiones no contributivas 248.875 de ellas.
Respecto a los resultados hasta el momento obtenidos, la ANDIS informó que, durante el año 2024 se realizaron diez operativos en Tucumán, Mar del Plata, Santiago del Estero, Chacho y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En ellos, se citaron a 22.339 pensionados, asistieron 8.150 de cuales 3.489 tienen evaluación desfavorable. A su vez 14.189 no asistieron y volverán a ser citadas para las auditorías del año 2025.
Al mes de abril se suspendieron efectivamente 2.004 pensiones. Un total de 239 pensionados renunciaron y se detectó que 146 estaban fallecidos.
Las auditorías actuales comenzaron el 19 de marzo por lo que, lógicamente, aún no hay resultados para informar.
Proyectan quitar 177.740 pensiones no contributivas
Actualmente, son 45.873 los beneficiarios de pensiones no contributivas por invalidez laboral en Mendoza, sin contar los 280 trasplantados que también tienen una PNC pero que quedaron fuera del proceso de auditoría.
De todos ellos, solo dos son pensionados de la era Milei.
Si bien la ANDIS informó que no existe un programa de recorte en el otorgamiento de nuevas pensiones no contributivas, lo cierto es que desde enero del año pasado, en todo el país se otorgaron apenas 6.457 nuevas pensiones (dos en Mendoza).
Y que según un análisis elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) el presupuesto 2025 prevé una reducción del 15% en la cantidad de pensiones proyectadas respecto al año anterior, lo que representaría una disminución de aproximadamente 177.740 prestaciones.
Pensiones no contributivas en Mendoza
En Mendoza, desde enero del 2024 se otorgaron solo dos nuevas pensiones no contributivas por invalidez laboral; número que parece menor en relación a la cantidad de trámites que están en proceso e incluso ya finalizados.
Según los números de Nación, en Mendoza se iniciaron desde entonces 6.825 trámites, de los cuales, 3.470 siguen en proceso, 3.355 ya están finalizados y esperan, y solo 2 fueron otorgadas.
Dice el jefe de Gabinete que “el tiempo de otorgamiento depende de la documentación que acompaña cada persona, no hay un promedio porque se analiza cada caso en particular”.
Y que hoy, el objetivo del gobierno nacional es enfocar las pensiones no contributivas a “aquellas personas que presentan una verdadera imposibilidad para acceder al empleo y requieren acompañamiento del Estado por motivos de salud y exclusión social”.
Así, mediante el Decreto 843/2024 se reestablecieron criterios médicos y funcionales objetivos, “abandonando interpretaciones más amplias que, en muchos casos, permitieron el acceso a las pensiones no contributivas por incapacidad laboral a personas que no cumplían con los requisitos establecidos por la normativa vigente, afectando indirectamente a quienes realmente necesitan esta política de protección social”.