Los padres de los estudiantes denunciaron que el principal implicado, identificado como Mauricio Morales, realizó siempre las reuniones y cobros en el salón de fiestas.

La encargada del edificio ubicado en Mitre 521 afirmó que no conoce a ninguna persona con ese nombre, e incluso, al ver su fotografía, aseguró no haberlo visto jamás. Morales aseguraba en sus contactos que tenía sede en la oficina 4 del subsuelo.
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Quien sí trabajaría en ese espacio es otro hombre llamado Nicolás, dedicado a un negocio relacionado con “celulares”, según la propia recepcionista.
Además, en las últimas dos semanas nadie ingresó a la oficina, pese a que efectivos policiales se presentaron varias veces con la intención de ubicar a algún responsable. Para los damnificados, este punto reforzó la sospecha de que la dirección fue utilizada únicamente como una especie de fachada.
La supuesta empresa, OK Eventos, difundió un horario fijo de atención presencial: jueves y viernes, de 17 a 19, en esa oficina de Mitre 521.
Sin embargo, la encargada del edificio confirmó que ningún movimiento coincide con esas afirmaciones. Ningún personal, ni el presunto estafador, asistieron al lugar en el período señalado, lo que aumentó en los padres la incertidumbre sobre la operación real del negocio.
El supuesto departamento donde funcioana la empresa OK Eventos.
El modus operandi
Una de las madres estafadas, Gisela Soria, relató cómo operaba Morales y describió un patrón de encuentros que ahora toma relevancia para los investigadores.
“Siempre fueron en persona las reuniones. Nos atendía en Casa Balear. Por eso nos molesta cuando dicen que el salón de fiesta no tiene nada que ver: ahí nos citaba a pagar, ahí nos mostraba el lugar y hacíamos casi todo”, detalló en diálogo con El Sol.
Los padres aclararon que todas las gestiones, reservas, pagos, recorridos y entrega de información, se realizaban cara a cara, sin intermediarios.
Un patrón que complica la investigación
La ausencia del acusado en la oficina declarada y el hecho de que operara exclusivamente mediante encuentros personales dificultan la localización del presunto estafador. La Policía, por su parte, continúa realizando visitas a la oficina de Mitre 521, pero hasta ahora no se ha logrado dar con ningún responsable.
