Desde hace tiempo, los médicos prescriben el ejercicio físico para evitar enfermedades o ayudar en su tratamiento. Cuáles son los más recomendados y cuánto tiempo es el adecuado.
La hipertensión es un problema de salud que sufren muchas personas, ocurre cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos es demasiado alta (de 140/90 mmHg o más) y puede llegar a ser grave si no se trata. Como a veces no causa síntomas claros, la única forma de detectarla es tomarse la tensión arterial.
Desde hace tiempo, los médicos prescriben el ejercicio físico para prevenir enfermedades y ayudar en su tratamiento y algo tan sencillo como subir las escaleras en vez de tomar el ascensor o ir a trabajar o a hacer una compra caminando o en bicicleta, puede mejorar la salud en personas jóvenes y contribuir a un envejecimiento activo y saludable a partir de la mediana edad.
También se suman las evidencias científicas sobre los múltiples beneficios del ejercicio y un nuevo estudio en el que se analizaron datos de más de 14.000 voluntarios mostró la importancia de realizar actividades que elevan el ritmo cardíaco para controlar la presión arterial, un dato muy relevante si tenemos en cuenta que a la hipertensión se la conoce como el ‘asesino silencioso’ porque puede pasar desapercibida y es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
La investigación se publicó en la revista Circulation y sugiere que con tan solo cinco minutos de actividad diaria se podría disminuir la presión arterial, mientras que sustituir comportamientos sedentarios por 20-27 minutos de ejercicio al día, como subir escaleras, caminar cuesta arriba, correr o andar en bicicleta, también podría producir una reducción clínicamente relevante en la presión arterial.
Actividades que reducen un 28% el riesgo cardiovascular
“La hipertensión es uno de los mayores problemas de salud a nivel global, pero, a diferencia de otras causas principales de mortalidad cardiovascular, existen formas relativamente accesibles de abordar el problema, además de la medicación”, declaró Emmanuel Stamatakis, director del Consorcio ProPASS Prospective Physical Activity, Sitting and Sleep, una colaboración académica internacional liderada por la Universidad de Sídney y el University College London (UCL).
Además, dijo que el hallazgo de que hacer tan solo cinco minutos de ejercicio por día podría estar asociado con lecturas de presión arterial considerablemente más bajas, enfatiza qué poderosas podrían ser las sesiones cortas de movimiento de mayor intensidad para el control de la presión arterial.
El estudio
El equipo de investigación analizó datos de salud de 14.761 voluntarios en cinco países para estudiar cómo reemplazar un tipo de actividad por otro a lo largo del día podría afectar a la presión arterial. Cada participante utilizó un dispositivo de acelerómetro en el muslo para medir sus niveles de actividad y presión arterial, tanto de día, como de noche. Las actividades diarias se dividieron en seis categorías:
- sueño
- comportamiento sedentario
- caminata lenta
- caminata rápida
- estar de pie
- ejercicio más intenso como correr, andar en bicicleta o subir escaleras.
Mediante modelos estadísticos, el equipo estimó los efectos en la presión arterial de reemplazar el comportamiento sedentario por entre 20 y 27 minutos de ejercicio al día y descubrió que esto podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta en un 28% a nivel poblacional.
“Nuestros hallazgos sugieren que para la mayoría de las personas, el ejercicio es clave para reducir la presión arterial, en lugar de formas de movimiento menos extenuantes como caminar. La buena noticia es que, sea cual sea tu capacidad física, no tarda mucho en ejercer un efecto positivo sobre la presión arterial. Además, esto incluye todas las actividades similares al ejercicio, desde correr para tomar el colectivo, hasta realizar un corto trayecto en bicicleta, que en muchos casos pueden integrarse en la rutina diaria”, explicó la doctora Jo Blodgett, primera autora del estudio.
La investigadora indicó además que para aquellos que no hacen mucho ejercicio, caminar también tiene algunos beneficios positivos para la presión arterial. Pero si desea cambiar su presión arterial, exigir más al sistema cardiovascular a través del ejercicio tendrá un mayor efecto.