Rosa María Rómoli, directora de Cáritas Mendoza, aseguró que desde hace meses el número de las donaciones de alimentos es cero mientras crece la pobreza
Los comedores populares reciben cada vez menos donaciones.
En coincidencia con los números de la pobreza en alza de acuerdo con un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) en Mendoza se ha notado una fuerte dosminución de donaciones de alimentos. De ello dio cuenta este jueves Rosa María Rómoli, de Cáritas Mendoza.
Lo mismo contó a Radio Nihuil Graciela Baccarelli, presidenta de la Federación de Entidades no Gubernamentales de Niñez y Adolescencia de Mendoza (FEDEM).
Ambas dirigentes coincidieron en señalar que esta situación se debe a que quienes siempre han estado dispuestos a donar se han visto afectados por el fuerte ajuste económico aplicado por la administración de Javier Milei y no tienen posibilidades de colaborar con los más necesitados.
Desde Cáritas aseguraron que aumentó el número de personas en situación de calle.
Foto: Nicolás Rios / Diario UNO
Nadie lleva donaciones de alimentos a Cáritas
En una nota en Radio Nihuil con Matías Pascualetti, María Rómoli lamentó que “la pobreza sigue en alza. Venimos viendo desde hace bastante tiempo un aumento de los pedidos que llegan de las parroquias. A algunos pueden sorprenderlos los índices altos de pobreza pero nosotros ya los estábamos observando”.
La dirigente aseguró que “es cero la donación de alimentos desde hace meses. Donan ropa y otros elementos como artículos del hogar, pero la donación de alimentos es nula”.
También dijo Rómoli que “ha crecido el número de personas en situación de calle y notamos que ya non sólo hombres. Hay mujeres, adultos mayores y muy a nuestro pesar, niños”.
Otra referencia que es notoria, indicó, “es que hay más abuelos que piden comida. Y se agrava porque sus hijos no pueden ayudarlos. Y ni hablar de los que han sufrido aumento en los alquileres: pagan el alquiler y comen menos”.
Los niños y adolescentes son los que más sufren el ajuste económico. Así lo indican los datos de la pobreza en Mendoza.
Más pobres entre la clase media
También se referió a la baja de donaciones de alimentos a merenderos y comedores populares en Mendoza se ha reducido notoriamente Graciela Baccarelli, presidenta de la Federación de Entidades no Gubernamentales de Niñez y Adolescencia de Mendoza (FEDEM).
La dirigente social adjudicó esta situación al aumento del número de pobres dentro de la clase media. “Por eso es que los que antes más donaban, que eran de la clase medida, ahora no tienen para donar. La gente no tiene nada”.
Baccarelli se refirió además que a los sectores que habitualmente atendían las organizaciones sociales, que eran los de niñez y adolescencia, se han sumado en estos últimos meses los jubilados.
Las explicaciones a la reducción de las donaciones
Graciela Baccarelli explicó en el programa Días Distintos, de Radio Nihuil, que la entidad que preside “nuclea a organizaciones sociales, como la que yo mismo integra, que es Vínculos Estratégicos. El objetivo es precisamente trazar vínculos con el Estado, con privados y con particulares para obtener recursos. Sin esa vinculación estaríamos mucho peor”.
La mujer, entrevistada por Julián Imazio Marcelo Sisso, descartó que las donaciones hayan disminuido porque no exista compromiso de la gente por asistir a los más necesitados: “No, la solidaridad nunca baja, lo que baja son los recursos”.
“La problemática social es tan grande que la persona que podría llegar a donar algo tiene que atender antes al hermano o hermana, al hijo, a la madre jubilada a la que no le alcanza lo que cobra…”, dijo Graciela.
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El Banco de Alimentos recibió en 2024 lo mismo que en 2023.
Además definió que “la pobreza ya no está sólo en loa asentamientos o las zonas vulnerables. La pobreza está en la clase media”.
La concurrencia a comedores populares aumentó el doble
Respecto a cuánto es lo que ha bajado el volumen de donaciones, aclaró que “no nos manejamos por encuestas o informes. Nosotros somos un termómetro social, barrial y territorial. Nos guiamos por la realidad, no por los números que se publccan. Y esa realidad es cada vez más dura con muchísimas más familias que concurren a las ollas populares y a los comedores”.
Pese a esta última reflexión se animó a decir que “la concurrencia en busca de comida ha aumentado al doble. Tenemos listas de espera cada vez más grandes. Y tenemos cerca un centro de jubilados que nos conmueve. Hay que tener muchos años de trayectoria en el territorio para que no se te salten las lágrimas al ver a los adultos mayores tan necesitados”.
Baccarelli también se refirió a los problemas de salud asociaciados con las carencias en la alimentación: “Se observa mucha obesidad, desnutrición crónica y diabetes. Se consume mucho hidrato de carbono y pocas proteínas y frutas. Entonces ahora, a diferencia de 2001 cuando veíamos a niños con la panza inflada, observamos que están gorditos pero por la malnutrición”