Si bien la posibilidad se recibe con buenos ojos y optimismo, representantes de los principales sectores productivos de la provincia advierten que el impacto real dependerá de las condiciones arancelarias y las reformas estructurales que acompañen la iniciativa.

Las conversaciones para un posible acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos abren un abanico de expectativas en Mendoza, una provincia con una fuerte vocación exportadora y una amplia matriz productiva.

Desde el Gobierno provincial hasta los principales sectores productivos coinciden en que la apertura podría representar una oportunidad histórica para diversificar mercados, aunque advierten que el impacto dependerá de las condiciones arancelarias y las reformas estructurales que acompañen la iniciativa.

“Argentina fue invitada a jugar entre los países en serio”

El ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, valoró positivamente la apertura del diálogo entre ambos países. “A la Argentina la han invitado a participar entre los países en serio, y eso es bueno. Tenemos que aceptar ese desafío”, afirmó en diálogo con El Sol.

El funcionario explicó que las negociaciones sobre aranceles “son totalmente restringidas de ambos lados”, aunque destacó que la situación del vino argentino frente a Chile —su competidor directo— “ya ha mejorado”.

Rodolfo Vargas Arizu.

“Antes estábamos con un arancel alto y Chile tenía cero. Ahora ambos tenemos diez, con posibilidades de llegar a cero. Si eso ocurre, la vitivinicultura tendrá un plafón importante, porque el 50% de los vinos que exporta Argentina van a Estados Unidos, remarcó.

Vargas Arizu subrayó que un acuerdo de este tipo podría impulsar al sector en un contexto global de retracción del consumo. “Cualquier mejora frente al esquema anterior será positiva. Lo importante es que tenga impacto en el tiempo”, señaló.

El ministro insistió en la necesidad de consolidar las “tres C del comercio exterior”: cantidad, calidad y continuidad, y aseguró que la clave está en mantener la estabilidad macroeconómica. “Si logramos estabilidad fiscal, financiera, credibilidad e institucionalidad, los negocios van a venir solos”, afirmó.

Entre los sectores con potencial para crecer, mencionó el aceite de oliva, los frutos secos, las frutas, la minería y la industria del conocimiento, y destacó que “podrían instalarse nuevas bodegas, asociaciones con empresas americanas y proyectos de inversión”.

“No veo riesgos para Mendoza: lo que Estados Unidos tiene es tecnología y maquinaria, que a nosotros nos falta”, agregó.

“Puede duplicar el mercado”

Desde el sector empresarial, el presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (Ucim)Daniel Viciana, coincidió en que el acuerdo sería “un impulso estratégico” para la provincia. “El principal destino de exportación de vinos de Mendoza es Estados Unidos. Tenemos calidad de nivel mundial, pero perdemos competitividad frente a Chile, que tiene tratados de libre comercio con casi todo el mundo”, explicó.

Foto ilustrativa.

Para Viciana, el tratado podría duplicar el mercado potencial y multiplicar el poder adquisitivo del consumidor objetivo: “Estados Unidos es un consumidor rico, acostumbrado a estándares de calidad altísimos. Si logramos acompañar el acuerdo con reformas que alivien la presión fiscal y fomenten la innovación, Mendoza puede dar un salto exportador sin precedentes, sostuvo.

El dirigente también destacó que las oportunidades “no se agotan en los productos”, sino que incluyen servicios, tecnología y economía creativa. “Es el momento de trabajar juntos —sector público y privado— para aprovechar un mercado diez veces más grande”, concluyó.

Cautela en el sector frutihortícola

Desde la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA), su presidente Omar Carrasco pidió cautela ante la falta de detalles oficiales. “Oficialmente no hay información concreta. Hay un gran anuncio, pero sin precisiones. La UFHA debería expedirse solo cuando tengamos información definitiva”, indicó.

Carrasco advirtió que una apertura sin equilibrio podría afectar a las economías regionalesSi para que entren nuestras manzanas tenemos que dejar entrar azúcar, eso ya no es tan bueno. Un acuerdo es entre dos, y la respuesta será buena solo si es buena para ambos”, reflexionó.

“Competir libremente, pero con la cancha nivelada”

El referente metalmecánico Julio Totero, integrante de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), valoró que los tratados de libre comercio “potencian el intercambio entre naciones”, aunque advirtió sobre los desafíos de competir con economías más desarrolladas.

“Los sectores de materias primas se verán beneficiados, pero los industriales de alto valor agregado pueden enfrentar más dificultades. Necesitamos condiciones fiscales y financieras adecuadas para competir”, explicó.

Totero enfatizó que cada sector debe ser analizado por separado para diseñar políticas públicas efectivas. “Competir libremente es nuestro deseo, pero con la cancha nivelada”, afirmó.

Expectativas en el agro mendocino

En el sur provincial, el empresario agropecuario Andrés Vavrik, de General Alvear, sostuvo que un tratado con Estados Unidos sería “una excelente noticia” para Mendoza, aunque advirtió que el impacto dependerá de los detalles técnicos“Tenemos que estar atentos a las posiciones arancelarias, sobre todo en productos como las pulpas de fruta, que podrían quedar fuera de las rebajas. Eso podría dejarlas fuera de mercado”, señaló.

Vavrik consideró que Mendoza está “lista para competir, pero en igualdad de condiciones. “Si no se abordan las reformas impositivas y laborales, el acuerdo puede beneficiarnos o dejarnos afuera directamente”, dijo.

En cuanto al sector ganadero, se mostró optimista: “Si el cupo de exportación de carne se amplía, sería una gran oportunidad para Mendoza, que tiene un enorme potencial de crecimiento en ganadería si se mejora la eficiencia hídrica y energética, apuntó.

“Puede abrir puertas, pero también riesgos”

El productor ganadero y médico veterinario Lisandro Lichi Di Paolo consideró que el posible acuerdo genera expectativas ambivalentes“Puede ser beneficioso, porque una vez que entrás al mercado estadounidense se abren las puertas a otros países que pagan mejor la carne que China. Pero también hay que ver cómo estamos competitivamente, porque Estados Unidos produce las mismas commodities que nosotros, analizó.

El especialista advirtió que podrían surgir tensiones con China, principal destino de la carne argentina: Si el acuerdo implica dejar de comercializar con China, no sería positivo. Estados Unidos no compra vaca vieja, y ese producto fue muy importante para Mendoza, explicó.

Para Di Paolo, el tratado podría impulsar una reconversión productiva en el sur provincial: “Si sube el precio del ternero, habrá más compradores y podría acelerarse el cambio de matriz productiva en zonas donde la viticultura y la fruticultura han perdido rentabilidad, afirmó.

Sin embargo, subrayó la necesidad de abordar los desafíos sanitarios y de infraestructura. “Seguimos siendo un país libre de fiebre aftosa con vacunación, y eso puede ser una barrera. Además, nuestras fronteras con Paraguay, Brasil y Bolivia son un riesgo sanitario constante. Ahí deberíamos poner el foco”, concluyó.

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