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Los inversores han acogido con satisfacción la promesa estadounidense de mantener negociaciones durante los próximos tres meses. Los principales índices del Viejo Continente registran su mejor comportamiento desde 2020.
Los mercados europeos han protagonizado un repunte histórico en las primeras operaciones de este jueves, emulando la eufórica subida de Wall Street durante las últimas horas de la jornada anterior. Esta remontada global ocurre después de que Donald Trump anunciara una pausa de tres meses generalizada en sus aranceles… con la destacada excepción de China.
El Euro Stoxx 50 ha subido un 8,2% hasta casi 5.000 puntos y va camino de firmar su sesión más fuerte desde el inicio de la pandemia de 2020. El más amplio Euro Stoxx 600 ha ascendido un 7,4%, mientras que los índices nacionales de todo el continente registraron ganancias similares. El DAX alemán sube un 8,5%; el FTSE MIB italiano un 8,4%; el CAC 40 francés un 8,6% y el Ibex 35 español un 8,3%, con todos los índices a punto de registrar sus mayores subidas diarias en más de cuatro años.
El repunte se ha producido tras un drástico cambio en la política comercial de EE.UU. a última hora del miércoles, cuando el presidente Trump ofreció una ventana de negociación hasta julio. Mientras tanto, los aranceles sobre las importaciones chinas continúan en el 125% prometido. “La situación actual no es solo caótica, es una locura”, dice Carsten Brzeski, jefe global de macro de ING. “Aunque esto pueda suponer cierto alivio a corto plazo para los exportadores europeos, el daño a la confianza será duradero”, añade. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado la medida como un “paso importante para estabilizar la economía mundial”, reafirmando el compromiso de la UE con “unas conversaciones constructivas con EE.UU.” y su objetivo más amplio de “lograr un comercio sin fricciones y mutuamente beneficioso”.
Gian Marco Salcioli, responsable de estrategia de mercados globales de Intesa Sanpaolo, ha descrito la medida como un caso típico de ‘brinkmanship’: una estrategia que implica una escalada calculada para forzar a las partes a negociar. Salcioli apunta a la tensión en los mercados del Tesoro estadounidense como detonante clave del cambio de tono de la Casa Blanca. En su opinión, el aumento de los rendimientos ha hecho saltar las alarmas en Washington, lo que ha provocado un replanteamiento de la actual escalada arancelaria. Salcioli cuestiona que la caída del dólar frente a divisas como el euro fuera realmente compatible con el eslógan trumpista de “América primero”, y sugiere que el anuncio del miércoles podría haber sido la primera concesión significativa de la Administración frente a la presión bursátil.