Entienden que se están violando “derechos fundamentales” por no tener suministro constante y presentaron un nuevo hábeas corpus.

Agua turbia en tachos en el penal lujanino.

La población carcelaria del complejo penitenciario Almafuerte de Luján se encuentra nuevamente sin suministro continuo de agua por fallas en la bomba subterránea, un problema que lleva un par de años siendo denunciado ante la Justicia. Debido a la gravedad de la situación, este jueves se presentó un habeas corpus para que un juez de control de la privación de la libertad intervenga en el caso, ya que entienden que se están vulnerando “derechos fundamentales”.

El Servicio Penitenciario fue consultado para que explique los motivos principales de la crisis hídrica que afecta el sector, pero las autoridades prefirieron oficialmente no hablar del tema. Hicieron referencia a la falla de una bomba, que los trabajos están en proceso de reparación para los próximos días y que han contado con el apoyo del Municipio de Luján y de Defensa Civil para llevar agua para mantener un suministro básico.

“La población está muy sensible con este tema, porque no tienen agua para tomar.
Sacaron una botella y con esa botella tienen que tirar casi todo el día”, 
detalló a El Sol un hombre privado de la libertad para explicar que son varias las horas del día las que pasan sin el suministro, lo que afecta la salubridad y la higiene personal de los internos.

“Largaron el agua sobre las 17 o 19 (del miércoles) y recién la acaban de largar un ratito (11 de este jueves). Tenés más de 12 horas sin agua. La están largando dos veces por día durante pocos minutos”, continuó relatando este preso.

Los internos guardan el agua en cualquier recipiente disponible antes de que se corte el suministro nuevamente.

Los reclamos por las fallas en la red comenzaron formalmente por medio de un habeas corpus firmado por más de 80 internos en el año 2022. Solicitaron que se ordene “una revisión estructural del sistema de abastecimiento de agua” para evitar reiteraciones de esta situación y “se garantice el acceso a condiciones dignas de higiene, salud y alimentación”.

Este jueves, con el caso testigo de un preso que pesa 200 kilos y sufre diabetes tipo II y es insulinodependiente, la abogada Elena Quintero pidió a la Justicia que “se intime al Poder Ejecutivo provincial a adoptar medidas urgentes para regularizar el suministro de agua potable en el establecimiento”.

En este documento se sostuvo que desde hace años la bomba de agua del complejo penitenciario III Almafuerte sufre desperfectos cada 4 o 5 meses. Ello implica que deba repararse cada vez que se rompe y el complejo quede sin agua por un mes, aproximadamente, que es el tiempo que demora la reparación”.

Además, en este mismo escrito se relató que a raíz de esta falla en el suministro, “los internos tienen que realizar sus necesidades en bolsas, no pueden ducharse, higienizarse, lavar su ropa, higienizar su lugar de alojamiento”. Estas condiciones también serían las que viven sus familias cuando se presentan a visitarlos.

Bolsas llenas de excremento acumulándose en el complejo penitenciario.

El proceso de reparación lleva varios meses, durante el cual la cárcel es abastecida en parte por camiones de bomberos derivados de la Municipalidad de Luján de Cuyo. Sin embargo, no es continuo y lleva a que, en ocasiones, los presos pasen más de medio día sin agua, y que, cuando llega, está “totalmente turbia”, según lo denunciado.

Foto desde dentro de la carcel Almafuerte.

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