Cuidacoches “tomaron” la Arístides Villanueva a raíz de la eliminación de los tarjeteros y mientras se implementa el nuevo sistema digital
Los trapitos “blue” se adueñaron de la Arístides a pesar de los controles de la Policía.
Los manuales de economía están repletos de indicadores para medir la situación económica de un país. Pero hay otros que se palpan en la calle. La Arístides Villanueva puede ser un ejemplo claro de esta situación: los trapitos “blue” en búsqueda de unos pesos coparon los estacionamientos que por ahora deberían ser gratuitos.
Los dueños de bares y restaurantes reclamaron que están “cansados” de esta situación, no por desprecio, sino porque “se suelen poner violentos con los consumidores cuando no les dan plata”. De hecho, varios negocios contrataron guardias de seguridad para resguardar a sus clientes.
Incluso, una encargada de una de las las parrilladas antes de llegar a calle Coronel Rodríguez aclaró que intentan “que los empleados eviten que pasen y molesten a los comensales pero que también eso los pone en un compromiso, y tienen miedo de alguna reacción”.
Desde las 20, se empieza a ver la llegada de los trapitos “blue” a la calle Arístides Villanueva.
Se agrupan por cuadra y se quedan hasta la madrugada
“Maestro, se lo cuidamos con 2.000 o 3.000 pesos estamos bien“, le dijo un trapito a un hombre que estacionó su auto en la primera cuadra de la Arístides, en una recorrida que hizo Diario UNO.
El estacionamiento medido, mientras la comuna implementa el pago por aplicación, es, o debería, ser gratuito. Esta situación se repite todas las noches, según comentó el dueño de uno de los bares de la primera cuadra de la Arístides, la más concurrida de la zona: “Es un problema que tenemos y cada vez crece más. En general vienen después de las 20″.
Los trapitos “blue” son jóvenes, en general de 20 a 30 años, que agarran una cuadra cada uno y empiezan a cobrar hasta que viene la Policía o los agentes de Tránsito a sacarlos, ya que los ven por el sistema de videovigilancia.
“A los cinco minutos vuelven, con otra remera o incluso la misma, y los vuelven a sacar y así un loop que se repite hasta las 3 cuando cerramos“, relató un comerciante.
El servicio de “cuidacoches” sin autorización municipal está prohibido por el artículo 57 del Código Contravencional y la pena es una multa desde $63.500 a $127.000 o arresto desde 5 hasta 10 días. Para que estas sanciones se ejecuten, y evitar la problemática, ya implicaría la labor de la Justicia Contravencional y no la del municipio.
Los trapitos “blue” suelen pedir entre 2.000 y 3.000 pesos.
De hecho hace unos días, pero en la otra arteria conocida de restaurantes, la calle Sarmiento, un guardia de seguridad de la pizzería Bigalia recibió dos piedrazos de unos menores de edad y casi pierde el ojo. El hombre había visto que habían agarrado las piedras e intentó evitar que las tiren y en ese momento fue herido.
¿Por qué no deberían cobrar por estacionar?
Hay una situación que se dio de hecho: los tarjeteros, porque no les es redituable trabajar en la Arístides, prefieren estar en calles más céntricas y no van hacia la arteria de los bares. Lo que llevó a que, al no haber personas autorizadas por el municipio que puedan cobrar a quienes dejen su auto en la calle, el estacionamiento es gratuito.
“Siempre costó conseguir gente que quiera trabajar en la Arístides porque la mayoría va de noche y tienen pocas horas de trabajo. Muchos también decían que se tenían que irse temprano para sus casas porque no pasan micros a altas horas de la madrugada, entonces dejaron de ir”, explicaron desde la comuna.
Para evitar estos problemas, desde la comuna plantearon un nuevo estacionamiento que consistirá en una aplicación digital en el celular. Esta tendrá una geolocalización que marcará el lugar donde se dejará el vehículo y, a través de ella, se podrá pagar el valor del estacionamiento. Esta aplicación, a su vez, le indicará a los inspectores que la persona ya pagó.
La aplicación tendrá una alarma para avisarle al usuario cuando se esté por terminar el turno que abonó; lo mismo hará con los inspectores.
En el municipio destacaron que, por el momento, funcionará en Arístides, Belgrano y Sarmiento, pero que la idea es extender el sistema una vez que los ciudadanos se acostumbren a utilizarlo.
También aclararon que el costo no cambiará para los conductores.