La OPS y la ANMAT avanzan en la creación de una red federal para fortalecer la detección de reacciones adversas a medicamentos, mientras Mendoza destaca por haber sido una de las primeras provincias en desarrollar prácticas locales de vigilancia farmacológica.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la ANMAT pusieron en marcha una estrategia nacional para crear una red federal de farmacovigilancia, destinada a mejorar la detección y análisis de reacciones adversas a medicamentos (RAM) en todo el país. Con esta novedad, vuelve a cobrar relevancia el rol de Mendoza, una de las jurisdicciones que fue pionera en el desarrollo de prácticas de vigilancia farmacológica a nivel local.
El 10 de diciembre se realizó en Buenos Aires un taller encabezado por autoridades de OPS, ANMAT y el Ministerio de Salud de la Nación, con representantes de distintas provincias. Hubo presentaciones técnicas, sesiones de capacitación y un espacio de trabajo colaborativo donde cada jurisdicción expuso su situación y necesidades. Entre los participantes presenciales estuvieron referentes subnacionales de Mendoza, Chubut, Córdoba, Misiones, Santa Fe, Neuquén y CABA, mientras que otras provincias se sumaron de manera virtual. Al día siguiente, durante la XVIII reunión con efectores periféricos del sistema nacional de farmacovigilancia, se incorporaron más equipos provinciales en capacitaciones sobre vacunas, gestión de riesgos y comunicación.

Este avance nacional busca construir una estructura descentralizada de farmacovigilancia bajo la rectoría de la ANMAT, estandarizar procesos, fortalecer la capacitación continua y cumplir con los estándares internacionales de la Global Benchmarking Tool, que posicionan a la agencia argentina como Autoridad Reguladora de Referencia Regional. Desde OPS destacaron que la cooperación técnica con ANMAT y el Ministerio de Salud apunta justamente a fortalecer las capacidades federales y subnacionales del sistema.
En este contexto, la trayectoria previa de Mendoza cobra un valor central. En 2022 la provincia realizó la Primera Jornada de Farmacovigilancia, un encuentro que la posicionó como pionera en el estudio y vigilancia de medicamentos. Allí se abordaron errores de medicación, RAM y desvíos de calidad, y se formalizó un acuerdo entre la Universidad Maza y el Programa Provincial de SIDA para sostener prácticas continuas de monitoreo y prevención. Ese convenio permitió financiar el funcionamiento de un CePAT en Tunuyán, avanzar en toma de muestras, test rápidos de VIH y acciones vinculadas a la promoción de la salud, con participación activa de áreas como Inmunizaciones, Farmacología, el Colegio Farmacéutico y autoridades provinciales.

Mendoza también impulsó políticas tempranas mediante la Universidad Maza, que integró la vigilancia farmacológica en programas académicos y comunitarios, desarrolló actividades de extensión, evaluó riesgos sanitarios y promovió entornos saludables. Esa estructura previa explica por qué la provincia aparece hoy entre las más involucradas en la consolidación del nuevo esquema federal de farmacovigilancia.
La iniciativa presentada por OPS y ANMAT busca ahora integrar esas experiencias provinciales en un sistema único, capaz de fortalecer la seguridad de los pacientes y el control de los medicamentos utilizados en todo el territorio nacional.
