A pedido de Alfredo Cornejo, cada intendente deberá “asumir” un compromiso mayor contra la enfermedad. En qué consistirá el plan.
Este lunes, el Gobierno de Mendoza lanzó el Plan Provincial de Lucha contra el Dengue, en respuesta a la llegada de altas temperaturas y la amenaza de nuevos brotes de la enfermedad. La presentación estuvo encabezada por el gobernador Alfredo Cornejo y el ministro de Salud, Rodolfo Montero, quienes informaron a los intendentes sobre las acciones preventivas que se llevarán a cabo en los próximos meses.
El plan se apoya en las lecciones aprendidas durante la temporada 2023-2024, cuando se registraron 5.342 casos de dengue, de los cuales el 90% fueron de origen autóctono. Ante este panorama, las autoridades han diseñado una estrategia que involucra activamente a la sociedad y a los municipios, buscando un trabajo conjunto para prevenir futuros brotes. La propuesta central es garantizar que los municipios mantengan un esquema de limpieza continuo a lo largo de todo el año, evitando concentrar los esfuerzos solo en los momentos críticos.
“Los convoqué porque no podemos hacer este plan solos como Gobierno y tampoco lo podrán hacer ustedes como municipios. Tenemos que trabajar en conjunto”, expresó Cornejo a los intendentes presentes.
Al encuentro asistieron 16 de los 18 intendentes de la provincia, con las ausencias de Ricardo Mansur (Rivadavia) y Matías Stevanato (Maipú), quienes enviaron a sus equipos de trabajo.
Un año con mayores desafíos
Montero anticipó que las proyecciones para la próxima temporada indican que el escenario podría ser más complicado que el del año pasado. Sin embargo, destacó que aún hay tiempo para actuar, tomando las medidas preventivas necesarias.
Entre las principales acciones, mencionó la reducción de la cantidad de mosquitos, la prevención de picaduras y la detección rápida de casos sospechosos para garantizar una atención médica adecuada.
“La mala noticia es que los modelos epidemiológicos muestran que esta temporada puede ser bastante más complicada que la anterior y, la buena noticia, es que estamos a tiempo de hacer las cosas bien, como corresponde”, explicó el ministro de Salud.
Por su parte Andrea Falaschi, directora de Epidemiología, explicó que el plan sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se desarrollará en cuatro etapas: preparación, alerta temprana (cuando aparecen los primeros casos que, por lo general, son exportados), respuesta ante brote y evaluación.
Actualmente, la provincia se encuentra en la fase de preparación, ya que no se han detectado casos de dengue en la región.
“No somos una provincia endémica, sino que tenemos brotes de dengue y dejamos de tenerlos, por lo que el plan está alineado con los propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, señaló Falaschi.
El plan posee diferentes ejes. Uno de ellos es la vigilancia epidemiológica, fundamental para el diseño de las estrategias. Estos datos sirven para conocer cómo está el dengue en Mendoza, por lo que todos los municipios tendrán acceso a ellos.
Luego viene la atención de los pacientes. “La Provincia ha estado trabajando para tener los insumos necesarios para testear, también hemos capacitado al personal tanto de atención como bioquímicos para que sepan qué test utilizar y cuándo aplicarlos”, contó Falaschi.
También se está trabajando con los equipos técnicos de atención al paciente para el seguimiento de éstos que tiene que ser hasta que el mismo deja de tener fiebre.
Mendoza, sin vacunas
El dengue es una enfermedad que en algunas regiones de Argentina se presenta como endemo-epidémica y, en otras, como Mendoza, en forma de brote epidemiológico, tal como ocurrió el año pasado y que tuvo en alerta a cinco departamentos provinciales.
Por tal motivo, Mendoza no aplicará vacunas contra la enfermedad, dado que los brotes en la provincia son esporádicos y han sido controlados en el pasado.
“Es una decisión adecuada y los números de contagios demuestran que sería un gasto innecesario. Si pudiéramos comprar dosis para los 2 millones de mendocinos sería bueno, pero ni siquiera resultaría útil hacerlo“, comentó Cornejo.
Por su parte, Montero destacó que la situación es muy diferente a la vivida con el Covid 19. “La vacuna contra el dengue no previene los contagios. Los ensayos que se han realizado son controlados, es decir, no masivos, y se han hecho en una población cuyas edades oscilaban entre los 4 y 16 años. Allí sí hay eficacia en prevenir hospitalizaciones”, aseguró.
Aumento en la demanda de repelentes
El temor a un nuevo brote ha llevado a muchos mendocinos a comprar repelentes de manera anticipada, generando escasez en algunos comercios. Algunos mayoristas, como Rubén David, han optado por limitar la venta de estos productos, permitiendo la compra de solo dos unidades por persona.
En tanto, en algunas farmacias, las marcas más conocidas están agotadas debido al aumento en la demanda. “Por el momento no hemos tenido que limitar la venta, pero realmente la demanda ha crecido mucho y la gente se lleva lo que haya. Todos quieren prevenir desde ahora””, explicó un farmacéutico local.
El papel de los municipios en la lucha contra el dengue
El plan provincial no solo se enfoca en la prevención, sino también en el seguimiento activo de los pacientes diagnosticados. Cada vez que se detecta un caso sospechoso, se realizan operativos de desinfección en el domicilio del afectado y en los alrededores, con el fin de eliminar larvas y controlar la proliferación de mosquitos. Estas acciones son parte del control focal, que es clave para detener la propagación del virus.
En tal sentido, Montero instó a los intendentes a intensificar los esfuerzos de limpieza y a reforzar la comunicación con la comunidad para educar sobre las medidas preventivas y la importancia del descacharreo.