Hay productores que ya utilizan la energía limpia para el riego. Otras cámaras empresariales evalúan los costos. Las perspectivas de las firmas que instalan la tecnología en el campo local.

El uso de paneles solares en las fincas productivas de Mendoza, aunque con un retraso en su implementación, es cada vez más común por su capacidad para ahorrar energía en las tareas vitales para la producción agrícola. Sin embargo, aunque la tecnología alternativa ya es utilizada por un considerable número de productores locales, otros esperan definir detalles claves antes de su instalación o, por problemas, decidieron cortar con esta inversiones.
La energía que proporcionan los paneles solares se usa principalmente para el riego de los cultivos.
Una actividad que aprovecha la alternativa solar es la que produce frutos secos. Manuel Viera, coordinador de la Asociación Frutos Secos de Mendoza, definió a El Sol que “la energía eléctrica fotovoltaica puede ser una muy buena opción para los proyectos”.
Esta asociación nuclea 70 productores en la provincia, quienes combinados suman más de 2.200 hectáreas productivas.

Según el productor, la instalación de los paneles solares puede suponer un ahorro del 60% de kilowatts consumidos en el bombeo de agua.
Sin embargo, Viera remarcó que “el ahorro económico no es directamente proporcional al ahorro de kilowatts consumidos”, y profundizó al exponer que “por un lado, el sistema fotovoltaico estará produciendo la mayor parte de las horas de luz solar, más aún con un clima de alta heliofanía como el nuestro, pero no necesariamente esta producción podrá ser aprovechada por los equipos instalados en la finca”.
Por ello, el productor explicó que “deberían funcionar a la par de la producción eléctrica y demandar exactamente esa potencia, cosa que es difícil hacer coincidir. Por ello a menudo es conveniente conectar el sistema de producción a la red eléctrica”.
Todos los detalles previos a la instalación de los paneles se da a conocer a los productores por medio de un estudio técnico. Rodrigo Valladares, CEO de Grupo Solper, una de las compañías pionera en este rubro en Mendoza, explicó que dentro de este informe se le da a conocer también el “proyecto fotovoltaico”, donde se exponen las previsiones del reintegro de la inversión a partir del ahorro, entre otros factores.
Valladares aseguró que “la demanda ha crecido exponencialmente” durante el año pasado y desde su empresa proyectan un 2025 con optimismo.
El empresario sostuvo que este crecimiento en el mercado de las energías limpias se debe a cuatro factores esenciales.
Primero, por la posibilidad de importar los materiales necesarios a partir de la medida del Gobierno nacional; segundo, por la sinceramiento en el valor de la tarifa eléctrica; en tercer lugar, la estabilidad en el tipo de cambio monetario y, por último, la popularidad que la aplicación de paneles solares fue ganando entre los productores agrícolas.