Escalonado de marzo a agosto, los salarios de viña superarán los $600 mil y los de bodega rozarán $700 mil. El aumento acordado en paritaria para tacho de uva

La primera paritaria del 2025 para el sector vitivinícola se cerró con un aumento del 12%

La primera paritaria del 2025 para el sector vitivinícola se cerró con un aumento del 12%, aunque los salarios de trabajadores de viña no terminan de recomponerse con la inflación

Apagadas las luces de la Fiesta, la vendimia 2025 vuelve a los claroscuros de un año difícil en cuanto a precios y salarios. Lo muestra la paritaria vitivinícola, que tras varias reuniones entre la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Foeva) y las cámaras empresarias cerró un 12% de aumento para los salarios de trabajadores de viña y bodega.

En el medio hubo amagues de “romper” la negociación con distintas motivaciones y propósitos. Por un lado, de un gremio en desacuerdo con la propuesta de la patronal que, por su parte, llegó a proponer un acuerdo circunscripto sólo a operarios de bodegas y dejar de lado a los cosechadores.

Lo cierto es que entre lunes y martes terminó de fraguar el nuevo convenio, que con sus pros y contras terminó de sellarse al mediodía de este miércoles ante el Ministerio de Trabajo. Y, como siempre, el recurso de pagar sumas no remunerativas o en negro ayudó a destrabarlo.

Los salarios de trabajadores de bodega resultaron más favorecidos con la primera paritaria del 2025

Los salarios de trabajadores de bodega resultaron más favorecidos con la primera paritaria del 2025

Con todo, hay un dato comparativo que sirve para darle dimensión: el convenio de la vitivinicultura queda hasta 2 puntos porcentuales debajo del aumento a los estatales.

La negociación, a diferencia de otros años, había comenzado con el precio del tacho de uva, variable que normalmente queda supeditada a los ingresos. Pero esta vez fue al revés, casi por imperio de las circunstancias en una temporada con mucha uva y números inciertos en cuanto a retribuciones.

Tacho de uva, el punto de partida (y de llegada)

“Las cámaras empresarias quisieron acordar sólo el convenio de bodega y dejar afuera a trabajadores de viña con el argumento del granizo, que no hay precio para la uva…. Una locura. Logramos este acuerdo con el compromiso de sentarnos de nuevo a discutir los salarios a mitad de año”, señaló Juan Carlos Aguirre, secretario gremial de Foeva.

Hay que remontarse a diciembre para entender de dónde viene la negociación por los salarios del sector vitivinícola. Es que el último tramo de la paritaria 2024 contemplaba otra actualización trimestral (diciembre-febrero), que quedó en la nada.

Fue un indicio de quiebre que terminó concretándose. Es que por primera vez, ante la inédita propuesta final de las cámaras y el rechazo indeclinable del sindicato, la paritaria vitivinícola 2024 cerró sin actualización.

El nuevo punto de partida fue un tacho de uva por el que las bodegas pagaron $300 durante la cosecha 2024. Y Foeva se proponía mejorar sustancialmente, por lo que en principio la vara, como casi en cualquier negociación, se puso alta.

Y si bien la pretensión inicial fue de $800, el acuerdo final fue por algo más del 80% interanual: así el sector aceptó no liquidar el tacho por debajo de los $550 este año.

Para Emiliano Palazzo, de la Federación de Cámaras Vitivinícolas, el aumento acordado “no es descabellado, sí que la uva valga lo mismo, o menos, que el año anterior”. A su criterio esas condiciones lo vuelven dificultoso.

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