En plena ola polar, jubilados y familiares debieron retirar los bolsones en una empresa privada. La medida, anunciada como “histórica”, derivó en una crisis logística y malestar creciente.

En plena ola polar que atraviesa Mendoza, decenas de jubilados y familiares se acercaron a la sede de la empresa de correo Urbano Express SA, en Godoy Cruz, desesperados por retirar los pañales que el PAMI prometió entregar a domicilio, pero nunca llegaron.
“Los pañales nunca llegaron al domicilio de mi madre y nadie nos dio respuestas. Salí a comprar de manera particular para resolver el problema. Recién este miércoles pude conseguir los bolsones correspondientes a junio”, expresó a El Sol, Carlos.
Lo que en mayo fue anunciado por el vocero presidencial Manuel Adorni como un cambio “histórico” —la entrega domiciliaria de pañales para adultos mayores— se convirtió en una pesadilla para miles de afiliados. La medida, que reemplazó el sistema de retiro en farmacias, desató una crisis logística y dejó a muchos jubilados sin respuestas en pleno invierno.
De esta manera, una promesa de comodidad se transformó en una fuente de angustia y desamparo. En Mendoza, el resultado fue el opuesto al buscado: familias enteras movilizadas, compras particulares para cubrir la necesidad inmediata, trámites fallidos y responsables que no responden.
En busca de dignidad
En la sede de la empresa de correo, las escenas se repiten: largas esperas, confusión y rostros de indignación.
“Hace 20 años mi madre vive en el mismo domicilio, los datos están cargados en el sistema y los pañales no llegaron. Es una vergüenza que nadie nos atienda, que nadie nos de respuestas. Hasta cuándo van a seguir jodiendo a los pobres viejos“, comentó indignada una mujer que desde El Challao se traslado a las instalaciones del correo privado, ubicado en Godoy Cruz.

Muchos afiliados aseguran haber hecho los trámites correspondientes para evitar estos problemas, sin éxito: “Realicé el cambio de domicilio en las oficinas locales y aparentemente nunca lo hicieron. Fui en persona para no tener ningún tipo de inconveniente. Pero todo fue en vano, ya que desde el correo me indicaron que la renovación no figuraba en el sistema“, dijo un hombre.
“Fui en persona al PAMI a cambiar el domicilio para no tener problemas, pero cuando llegué al correo me dijeron que no figuraba en el sistema. Ya no sabemos dónde reclamar”, explicó otra afiliada.
Roberto, en tanto, llegó desde Las Heras para retirar los bolsones para su suegro: “Ya los había comprado por mi cuenta, a $15.000 cada uno. Es una humillación. Con este frío, la gente tiene que mendigar por algo que le corresponde”.
“El Gobierno habla de eficiencia, pero nadie vino a ver cómo está mi madre. No son pañales, es dignidad lo que nos están negando”, expresó otra mujer, a la salida del correo. Mientras tanto, el silencio de las autoridades del PAMI persiste.
Silencio en el PAMI
El malestar no cesa y nadie de PAMI ha emitido una respuesta al respecto. Si bien este medio intentó contactarse con el titular de la obra social en Mendoza, David Litvinchuk, no hubo respuesta ni telefónica ni vía WhatsApp.
En tanto, desde el correo indicaron que “los pañales llegaron a la sucursal hace tres días y desde entonces empezó el reparto“.
“Los que no recibieron los pañales en sus domicilios es porque no tienen actualizado los datos de su domicilio, al menos no en las listas de las obra social“, refirieron. Aclararon, además, que solo se está distribuyendo la partida de junio: los bolsones correspondientes a julio aún no han arribado a la sucursal.
Mientras el invierno recrudece y las demoras se acumulan, cientos de adultos mayores mendocinos dependen de gestiones personales y ayuda familiar para acceder a un insumo esencial. La promesa eficiencia todavía está lejos de cumplirse, y el silencio oficial no hace más que profundizar el malestar.