La ofensiva más grande de los últimos años alcanzó un gran saldo de víctimas fatales, entre ellos cuatro policías. Hay también más de 80 detenidos. El gobierno habló de “guerra” y los organismos de derechos humanos denunciaron abusos.

Río de Janeiro amaneció este martes inmersa en una de las operaciones policiales más violentas de los últimos tiempos. Desde antes del amanecer, helicópteros, drones y vehículos blindados irrumpieron en los complejos de Alemão y Penha, en el norte de la ciudad, para atacar al Comando Vermelho, la organización criminal más poderosa de Brasil.
El saldo fue estremecedor: 64 muertos, cuatro de ellos policías, y más de 80 detenidos, además de incautaciones de 42 fusiles de alto calibre y la destrucción de barricadas que bloqueaban los accesos.
El objetivo: un capo con cien causas judiciales
Nacido en Paraíba en 1970, “Doca” acumula más de un centenar de causas por homicidio, narcotráfico, tortura y asociación criminal. Según la Fiscalía, coordinaba el tráfico de drogas en Vila Cruzeiro y Morro do São Simão, y se lo vincula con ataques a comisarías en 2025.
Las autoridades mantienen una recompensa de 100.000 reales (unos 17.500 dólares) por información que permita su captura.

Comando Vermelho
Fundado en 1979 dentro de una cárcel carioca, el Comando Vermelho (CV) evolucionó hacia una estructura criminal de alcance nacional. Opera bajo un sistema descentralizado, con líderes presos que dirigen operaciones en las favelas y controlan redes de lavado de dinero.
