El Pacto de Mayo de Javier Milei quedó en suspenso y los Gobernadores comienzan a recalcar su estrategia. La UCR, PRO y UP se abroquelan frente la Casa Rosada.
Entre los gobernadores, dialoguistas y opositores, reina la decepción. Hasta la semana pasada, algunos de los mandatarios más cercanos a Javier Milei hacían fila para asistir a la convocatoria del Presidente suscribir el Pacto de Mayo el próximo sábado en Córdoba. No por afinidad política o confianza en el rumbo del gobierno nacional sino por la ventana de oportunidad de rediscutir el reparto de fondos coparticipables con la Casa Rosada.
Los mandatarios provinciales se sienten engañados. Ofrecieron el apoyo, y los votos en el Congreso, para que avancen la ley Bases y el paquete fiscal pero este fin de semana, y con el Presidente de gira en España, comenzó a circular la versión de que el Pacto de Mayo estaba caído y que, por ahora, sólo podrán asegurarse el regreso de la coparticipación del impuesto a las Ganancias.
Javier Milei, exultante
Más allá de las incomodidad de los gobernadores, Javier Milei está exultante. Y considera que puede gobernar sin la casta, con el apoyo de la opinión pública. Se ufana de haber aplicado el ajuste más grande de la historia y mantener los grados de aceptación entre el electorado después de cinco desgastantes meses de gestión.
La baja escalonada del índice de inflación desde diciembre, el superávit comercial y la pendulante estabilidad de tipo de cambio mantiene exultante al Presidente quien ya se enfoca en las legislativas del 2025.
En Córdoba, Milei planeaba exhibir a los gobernadores “de bien”, a la liga dialoguista que lo ayudó a aprobar la ley Bases y los cimientos de la refundación nacional. Es decir, aplicar el principio de revelación para aislar a los opositores. Pero el plan falló. Más allá de la sanción con cambios lograda en Diputados, La Libertad Avanza en el Senado ni siquiera logró blindar el apoyo de presuntos aliados como el PRO, los partidos provinciales o la UCR.
Javier Milei.
Reuters
Por eso la Casa Rosada apura el armado nacional de LLA con el objetivo de lograr mayorías legislativas propias el próximo año que le permitan aprobar leyes sin la necesidad de negociar con la casta.
Los gobernadores tomaron nota de la intención de la Casa Rosada de avanzar con el ajuste más grande de la historia sin el reparto de recursos. Y comenzaron a enviar mensajes. El primero fue el encuentro en Rawson entre el gobernador del PRO, Igancio Torres (Chubut) y el bonaerense Axel Kicillof (UP). Se trata del gobernador patagonico mas enfrentado al gobierno nacional y señalado en la intimidad presidencial como el responsable de la debacle del la ley Bases.
Gobernadores rebeldes
Es que los mandatarios patagónicos no solo fueron los primeros en rebelarse contra la los recortes a los fondos para educación y transporte, sino que además voltearon el capítulo pesquero del proyecto enviado por la Casa Rosada al Congreso, y que animó a otros gobernadores a cuestionar otros pasajes de ese plexo normativo.
En ese contexto, y bajo el radar de la Casa Rosada, se conformó una mesa de coordinación entre la región norte, centro y sur que no sólo organiza las votaciones en el Congreso sino que además se constituyó como un eje de contra poder al Ejecutivo para sumar políticas públicas a la agenda de gobierno.
En ese colectivo de Gobernadores, donde se diluye el principio de revelación de Milei, aparecen desde radicales, hasta macristas y kirchenristas. Torres, del PRO, es el representante de la zona sur mientras que el radical Maximiliano Pullaro, que viene de recibir a Axel Kicillof en su provincia, es el embajador de la zona centro que también integran Entre Ríos y Córdoba.
Por la región norte, el coordinador es el santiagueño Gerardo Zamora, cuyos diputados votaron en contra de la ley Bases en el recinto.