Tipo de cambio planchado, menor llegada de turistas y altos costos operativos generaron una crisis en el sector de alquileres temporarios en plataformas como Airbnb y Booking.

La situación económica, la caída del consumo y la disminución de la movilidad turística, tanto nacional como internacional, impactó en Mendoza. 

En ese sentido, ni Semana Santa, ni el feriado de Güemes, ni el del Día de la Bandera lograron reactivar la actividad turística, a esto se suma un tipo de cambio planchado. En este contexto, el negocio de los alquileres temporarios a través de plataformas también mostró una marcada retracción

El “manso” destino que proponía el Gobierno provincial no estaría repuntando con el turismo. En  este contexto, el Post habló con propietarios de departamentos en alquiler para turistas a través de plataformas,las cuales se manejan en dólares. 

Maximiliano, quien tiene departamentos en alquiler a través de Airbnb, señaló que el sector atraviesa una fuerte caída y que, salvo algunas excepciones, ya no resulta rentable ofrecer propiedades mediante este tipo de plataformas. 

“Al sector en general le está yendo mal. Salvo excepciones, hoy ha dejado de ser rentable alquilar un departamento de manera temporal para turistas“, explicó. En comparación con el mismo período de 2024, los costos en pesos son mucho más altos, mientras que la tarifa en dólares por noche es más baja que el año pasado. Esto se debe, principalmente, a la caída del turismo extranjero y a la casi nula demanda en las plataformas.

En la actualidad, ya no es rentable alquilar departamentos a turistas extranjeros; por eso, muchos propietarios eligen el alquiler tradicional.

“Estamos ofreciendo nuestros alojamientos a menos dólares que el año pasado, y esos dólares además valen menos. Recibimos menos ingresos y podemos pagar menos cosas que antes”, detalló Maximiliano. Además, indicó que muchas propiedades están volviendo al mercado de alquiler tradicional, ya que este modelo ofrece actualmente una mejor rentabilidad frente a los elevados costos fijos, el riesgo operativo y la escasa demanda turística.

La crisis del alquiler temporario

El panorama de los alquileres para visitantes en Mendoza resulta desalentador. Maximiliano afirmó que actualmente la provincia “no está recibiendo prácticamente turistas” y que las consultas han caído drásticamente en comparación con años anteriores. 

En ese sentido, Ezequiel Alcaraz, administrador de un grupo de propietarios en Mendoza -quien posee departamentos en Airbnb y Booking-, explicó a este diario que “los turistas extranjeros no han visto un cambio significativo en el tipo de cambio que conseguían -el dólar se mantiene más o menos igual desde esa época-. Sin embargo, la inflación en dólares ha hecho que ya no perciban a Argentina como un destino barato“. 

Por otro lado, Maximiliano señaló: “Hemos tenido que bajar nuestros precios, al menos para intentar sostener el negocio y llegar a la temporada de invierno, cuando tal vez la nieve y las vacaciones puedan generar algo de movimiento”. 

Sin embargo, advirtió que la situación es crítica: “Hoy no consideraría expandirme. Apenas puedo sostener las pocas propiedades que me quedan”. 

En contraste con el año pasado, cuando consideraba viable expandirse o administrar más propiedades, a esta altura reconoció que la prioridad es sostener lo mínimo ante la falta de demanda.

La caída del turismo y el tipo de cambio planchado provocaron la caída del negocio de alquiler temporario.

En ese sentido, Alcaraz advirtió que la situación afecta a muchos titulares, no sólo a casos individuales. “Los otros propietarios están en la misma situación, nadie puede inventarse los huéspedes”, expresó, aunque señaló que puede haber diferencias según el tipo de alojamiento, -departamentos céntricos o casas con pileta para grupos numerosos-. 

Además, explicó que los huéspedes también enfrentan dificultades económicas, lo que los lleva a buscar pagar lo menos posible e incluso a evitar las plataformas tradicionales, que cobran comisiones cercanas al 15%. 

Como reflejo de este cambio, según datos del sitio AirDNA  entre enero y marzo de 2024 se alcanzó un pico de 3800 alojamientos registrados, mientras que actualmente hay alrededor de 2300, lo que evidencia el traslado del alquiler temporario al permanente. 

El giro económico que afectó al turismo

Alcaraz explicó que, aunque la situación actual es levemente mejor que en mayo de 2024, la actividad turística continúa muy por debajo de los niveles de 2022 y 2023. Según afirmó, aquellos picos de demanda respondieron a condiciones excepcionales ajenas al turismo, pero que impactaban directamente en quienes llegaban a Mendoza.

Uno de esos momentos fue la salida de la pandemia. “Había restricciones para acceder al dólar, regía la ley de alquileres anterior y el tipo de cambio real con el dólar blue superaba el 100%”, detalló. Ese escenario generó una demanda cautiva dentro del país, con argentinos que no podían viajar al exterior y turistas extranjeros que encontraban a Mendoza como un destino muy económico.

Con la llegada del nuevo gobierno, el panorama cambió. Desde el sector señalan que la brecha cambiaria se achicó, las tarifas aumentaron y la derogación de la ley de alquileres incentivó el regreso de los alquileres tradicionales, debido a la mayor flexibilidad para ajustar precios y condiciones.

Tanto Maximiliano como Alcaraz coincidieron en que el principal obstáculo hoy es la situación macroeconómica. “Hasta que no aumenten los salarios reales y bajen los precios en dólares, el panorama no va a mejorar. El 70% de nuestros clientes son argentinos, y hoy ese público no puede pagar”, concluyó Alcaraz.

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