Horas después del anuncio, el primer mandatario dio marcha atrás con la medida
La ley marcial decretada este martes por el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, y que luego anuló, ordenaba el cierre del Parlamento, la prohibición de todas las actividades políticas y protestas y la censura de los medios de comunicación.
La medida, que fue luego derogada por el Parlamento, conmocionó a la nación, que ha experimentado varios líderes autoritarios a lo largo de su corta historia. Desde la década de 1980, Corea del Sur ha visto una sucesión de líderes democráticos.
Park An-su, el comandante a cargo de aplicar la ley marcial, dijo que todas las actividades políticas, incluidas las de la Asamblea Nacional, los consejos locales, los partidos políticos y las asociaciones políticas, así como las asambleas y manifestaciones, “están estrictamente prohibidas”.
Agregó que “todos los medios de comunicación y publicaciones estarán sujetos al control del Mando de la Ley Marcial”.
¿Qué es la ley marcial?
Personas en el exterior de la Asamblea Nacional (REUTERS/Kim Soo-hyeon)
La ley marcial se refiere al gobierno temporal por parte de las autoridades militares durante situaciones de emergencia en las que se considera que las autoridades civiles no pueden actuar con eficacia. Esto suele ocurrir en circunstancias extremas como guerras, desastres naturales, disturbios civiles o inestabilidad política.
Su aplicación puede tener importantes consecuencias jurídicas, como la suspensión de los derechos civiles normales y la imposición de la ley militar.
Aunque se pretende que sea una medida a corto plazo, la ley marcial a veces puede persistir indefinidamente.
¿Por qué Corea del Sur declaró la ley marcial?
Una persona ante las barricadas en la entrada de la Asamblea Nacional, después de que el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol declarara la ley marcial (REUTERS/Kim Hong-Ji)
El presidente Yoon no se refirió a ninguna amenaza específica de Corea del Norte, sino que acusó a sus adversarios políticos internos de simpatizar con Pyongyang y paralizar el Gobierno con actividades contra el Estado. En particular calificó a la Asamblea Nacional de “refugio para delincuentes, una guarida de la dictadura legislativa que pretende paralizar los sistemas judicial y administrativo y anular nuestro orden democrático liberal”.
Desde su toma de posesión en mayo de 2022, Yoon se ha enfrentado a la oposición persistente de la Asamblea Nacional, controlada por partidos rivales.Fuerzas militares se desplazan ante la Asamblea Nacional, después de que el Presidente surcoreano Yoon Suk Yeol declarara la ley marcial (REUTERS/Kim Hong-Ji)
La medida llega mientras gobierno y oposición seguían discutiendo sobre el proyecto de presupuesto para el próximo año y apenas un mes después de que la oposición progresista, encabezada por el Partido Democrático de Corea, acusara a Yoon de conspirar para imponer la ley marcial como estrategia para eludir la destitución por presunto abuso de poder.
¿Qué implica la ley marcial de Corea del Sur?
Las autoridades militares de Corea del Sur han declarado el estado de ley marcial con restricciones severas sobre las actividades civiles y políticas, según un comunicado oficial emitido este martes.
La proclamación, firmada por el General de Ejército Park An-su, comandante de la Ley Marcial, prohíbe todas las actividades políticas, incluyendo reuniones de la Asamblea Nacional, consejos locales, partidos políticos y manifestaciones.
Quedan prohibidos los actos que cuestionen el sistema democrático liberal, la difusión de noticias falsas y la propaganda. Todos los medios de comunicación pasarán a estar bajo control militar.Manifestantes frente a la Asamblea Nacional tres la declaración (REUTERS/Kim Hong-Ji)
La declaración también suspende huelgas y concentraciones, y ordena al personal médico reincorporarse a sus puestos en un plazo de 48 horas bajo amenaza de sanciones. Miles de médicos llevan meses en huelga por los planes del gobierno de ampliar el número de estudiantes en las facultades de medicina.
Los ciudadanos pueden ser detenidos, registrados y arrestados sin orden judicial según el Artículo 9 de la Ley Marcial, con posibles sanciones según el Artículo 14.
La medida exceptúa expresamente a “ciudadanos comunes inocentes”, excluyendo a “fuerzas antiestatales y subversivas”.
Además, con la imposición de la ley marcial, todas las unidades militares del Sur, que sigue técnicamente en guerra con el Norte, que posee armamento nuclear, han recibido la orden de reforzar sus posturas de alerta y preparación ante emergencias, informó la agencia de noticias Yonhap.
Según la ley surcoreana, sin embargo, los legisladores no pueden ser detenidos por el mando de la ley marcial y el gobierno tiene que levantarla si la mayoría de la asamblea nacional lo pide en una votación, algo que finalmente ocurrió.
Todavía no está claro si el presidente acatará la decisión del Parlamento.
¿Qué otras veces Corea del Sur declaró la ley marcial?
Un hombre presenta sus respetos en el funeral del ex presidente Chun Doo-hwan en 2021 (Reuters)
Desde la fundación de la República de Corea el 15 de agosto de 1948, se ha declarado la ley marcial 10 veces en respuesta a crisis como la rebelión de Yeosu-Suncheon y la Guerra de Corea.
La declaración de la ley marcial tiene tres precedentes en este país en los últimos cincuenta años.
Tras dar un golpe militar en 1961, Park Chung-hee fue elegido presidente en 1963 y reelegido en 1971.
Bajo su mandato, Corea del Sur experimentó un crecimiento económico sin precedentes, el llamado “Milagro del río Han”, lo que impulsó su popularidad hasta principios de los setenta, cuando esta empezó a decaer y decidió declarar en 1972 la ley marcial y aprobar una nueva constitución autoritaria que estaría vigente hasta poco después de su asesinato en 1979.
En mayo de 1980, el entonces presidente surcoreano Chun Doo-hwan ordenó la ley marcial y los militares detuvieron a los principales líderes políticos de la oposición, se cerraron las universidades, se prohibieron actividades políticas y se restringió la prensa.
Aquella imposición trajo el denominado levantamiento en la ciudad de Gwangju, a unos 330 kilómetros al sur de Seúl, donde se estima que el ejército mató a unos 600 civiles.
El 30 de noviembre de 2020, un tribunal de Corea del Sur declaró culpable a Chun Doo-hwan de difamar a un testigo ya fallecido en relación con la masacre que el ejército perpetró en la ciudad de Gwangju en 1980 cuando era jefe de Estado.
El tribunal de distrito de Gwangju había respaldado el testimonio del testigo, un sacerdote que afirmó en unas memorias publicadas en 2017 que helicópteros dispararon contra civiles durante aquella acción, y condenó a Chun, que tenía 89 años, a ocho meses de prisión, suspendida por dos años.
El ex dictador, una de las figuras más polémicas de la política surcoreana, nunca admitió ninguna responsabilidad ni pidió perdón por la masacre.
Más recientemente, en el verano de 2018, el general Lee Suk-koo, intentó imponer la ley marcial a través de un plan propuesto por la inteligencia militar para acabar con las protestas contra la ex presidenta Park Geun-Hye en 2017, quien estaba acusada de corrupción y que contemplaba el arresto de parlamentarios o la censura de medios.
Sin embargo, poco después, el entonces presidente surcoreano, Moon Jae-in, destituyó al mencionado general y ordenó refundar este organismo.