La justicia de Brasil absolvió el jueves a las mineras Samarco, Vale y BHP por el colapso de una represa en 2015 que mató a 19 personas y provocó el mayor desastre ambiental en el país, semanas después un acuerdo histórico para indemnizar a las víctimas y las autoridades.
La decisión de un tribunal regional de Belo Horizonte (sureste) sostiene que las pruebas analizadas no fueron «determinantes» para establecer la responsabilidad de los acusados en la catástrofe ocurrida en la localidad de Mariana.
«Los documentos, informes y testimonios escuchados para el esclarecimiento de los hechos no respondieron qué conductas individuales contribuyeron de manera directa y determinante al colapso de la presa», señala el documento de la sentencia obtenido por la AFP.
«Y, en el ámbito del proceso penal, la duda (…) solo puede resolverse a favor de los imputados», escribió la jueza Patricia Alencar Teixeira.
La decisión responde a una demanda penal presentada en 2016 contra las mineras y siete ejecutivos y técnicos de las firmas por el Ministerio Público.
El organismo «está analizando la sentencia y presentará un recurso», informó en un correo electrónico a la AFP.
Algunos delitos ambientales imputados inicialmente prescribieron durante los ocho años de juicio.
La rotura de la presa que almacenaba los desechos de una mina de hierro de Samarco, copropiedad de la brasileña Vale y la australiana BHP, ocurrió el 5 de noviembre de 2015 en Mariana, ubicada en el estado de Minas Gerais, en el sureste.
La tragedia se cobró la vida de 19 personas, arrasó decenas de localidades y vertió 40 millones de metros cúbicos de lodo tóxico a lo largo de más de 600 kilómetros del río Doce hasta llegar al océano Atlántico.
«Aunque me esperaba esta respuesta de la justicia brasileña, igualmente fue un shock, saber que en el lugar donde vivimos, de donde venimos, no pueden darnos protección», dijo a la AFP Pamela Rayane Fernandes, madre de Emanuele Vitoria, una niña de cinco años que murió en la tragedia.
«Estoy indignada», lamentó la mujer de 30 años por teléfono desde su casa en Cachoeira do Brumado, a 45 km de Bento Rodrigues, una de las localidades más directamente golpeadas por el alud.
– «Compromiso de reparación» –
El aluvión se llevó por delante las casas de más de 600 personas y acabó con las actividades económicas de las poblaciones ubicadas a las orillas del río, entre ellas miles de familias de pescadores y comunidades indígenas.