Las primeras semanas de Trump en el cargo han estado marcadas por el desmantelamiento del Gobierno federal, las tensiones con Ucrania y los aliados de Estados Unidos y la amenaza de una guerra comercial global.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, pronunció el martes por la noche su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso desde su regreso al poder, batiendo el récord del discurso más largo sobre el Estado de la Unión. El mandatario se jactó de lo que consideró como un nivel de éxito sin precedentes en un período notablemente corto.

«El impulso, el espíritu, el orgullo y la confianza de Estados Unidos han vuelto», declaró Trump. «El sueño americano está surgiendo más grande y mejor que nunca. Es imparable, y nuestro país está al borde de una remontada como el mundo nunca ha presenciado», declaró ante la sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso (la Cámara de Representantes y el Senado), en un evento con el mismo formato del Estado de la Unión en el que se hace balance anual de la situación del país, pero con la salvedad de que acaba de comenzar su mandato.

El presidente también reflexionó sobre la supuesta rapidez y magnitud de sus logros, afirmando que su Administración había conseguido más en solo 43 días que la mayoría de las administraciones anteriores en cuatro o incluso ocho años. «Esto no ha sido más que una acción rápida e implacable», dijo Trump, subrayando su compromiso de ofrecer resultados al pueblo estadounidense.

El discurso de Trump abarcó una amplia gama de temas, desde las relaciones internacionales hasta la política interior. Sus comentarios abarcaron desde debates sobre el impulso de Ucrania a las conversaciones de paz hasta nuevas propuestas arancelarias y su visión de la economía estadounidense. Estos son algunos de los puntos clave de su discurso:

Ucrania: ¿Reanudación de las conversaciones de paz?

Uno de los momentos más significativos del discurso de Trump fue cuando recitó una carta que había recibido el martes del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Según Trump, el líder ucraniano expresó su deseo de volver a la mesa de negociaciones tras una polémica reunión previa en el Despacho Oval que había roto las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.

«Aprecio que haya enviado esta carta», dijo Trump, y agregó que «al mismo tiempo, hemos tenido discusiones serias con Rusia y hemos recibido fuertes señales de que están listos para la paz». Trump siguió añadiendo: «¿No sería hermoso?», expresando optimismo sobre la posibilidad de un acuerdo de paz y destacando que ambas partes podrían estar más cerca que nunca de resolver el conflicto, a pesar del fracaso de las conversaciones anteriores.

Aranceles: Duras críticas a las prácticas de otros socios comerciales

En un marcado giro hacia la política interna, Trump criticó duramente a varias naciones por lo que describió como prácticas comerciales «injustas» contra Estados Unidos. Señaló específicamente a la Unión Europea, India, México y Brasil, señalando que estos países -y «muchos otros»- habían impuesto políticas comerciales que perjudicaban los intereses estadounidenses.

Declaró: «Esto ocurre tanto por parte de amigos como de enemigos», refiriéndose tanto a aliados como a adversarios que imponen aranceles elevados a los productos estadounidenses. Trump anunció que, a partir del 2 de abril, EE.UU. impondría «aranceles recíprocos», lo que significa que Washington impondría los mismos aranceles a los países que graven con impuestos los productos estadounidenses.

«Lo que ellos nos cobren de impuestos, nosotros se lo cobraremos a ellos», dijo, explicando cómo funcionaría el nuevo sistema arancelario. Históricamente, argumentó Trump, EE.UU. ha impuesto aranceles más bajos que muchos de sus socios comerciales, y ahora era el momento de invertir esa tendencia.

Esta semana, la Administración Trump impuso aranceles significativos a México y Canadá. En respuesta, ambas naciones anunciaron aranceles de represalia, lo que suscitó la preocupación de que esto pudiera desencadenar una guerra comercial en toda regla.

La economía: «Rescate» y «alivio» para las familias

Trump también abordó el estado de la economía estadounidense, afirmando que una de sus principales prioridades era «rescatar nuestra economía» y proporcionar «alivio» a las familias estadounidenses. Trump culpó a la Administración anterior de los retos económicos que heredó, describiéndola como una «catástrofe económica y una pesadilla inflacionista», y sentenció que creía que los actuales problemas económicos eran consecuencia directa de las políticas promulgadas bajo el liderazgo del anterior presidente, Joe Biden.

«Estoy luchando cada día para que Estados Unidos vuelva a ser asequible», dijo Trump, prometiendo revertir la recesión económica y reducir los costes de vida para las familias de la clase trabajadora. En ese sentido, criticó a Biden por la fuerte subida de precios de productos como los huevos, calificándola de ejemplo de inflación «fuera de control». Prometió abordar estos problemas de frente, con el objetivo de hacer la vida más asequible a las familias estadounidenses que luchan contra el aumento de los costes

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