Ucrania lanzó un ataque con cientos de drones contra territorio ruso, muchos de ellos sobre Moscú, horas antes de una reunión este martes con Estados Unidos en Arabia Saudita en la que presentará un plan de tregua parcial en el conflicto

Las fuerzas rusas derribaron en la noche un total de 337 drones ucranianos, informó el Ministerio de Defensa, en el que es el ataque más numeroso registrado contra su territorio desde el inicio de la invasión a Ucrania hace más de tres años.
De ellos, 91 fueron interceptados en la región de Moscú, habitualmente ajena a las hostilidades de la guerra, cuyo gobernador informó de una persona muerta y tres heridas por el bombardeo.
El encuentro en la ciudad costera de Yedá es el primero de alto nivel entre Estados Unidos y Ucrania después del choque verbal en la Casa Blanca de sus presidentes, Donald Trump y Volodimir Zelenski.

Desde entonces, las autoridades ucranianas intentan recuperar el favor de su principal aliado, que reclama a Kiev concesiones para poner fin a más de tres años de guerra iniciada con la invasión de Rusia.
En un gesto en ese sentido, un alto funcionario ucraniano avanzó que en la reunión presentarán una propuesta para una tregua aérea y marítima que fue bien recibida por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ya presente en Yedá.
Pero horas antes del encuentro, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, denunció el “ataque masivo” de drones ucranianos contra la capital.
Medios rusos difundieron en redes sociales imágenes de edificios residenciales impactados por la caída de escombros de los drones, con ventanas rotas y agujeros en los tejados.
“Concesiones”
El emisario estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, dijo precisamente que la reunión en Yedá debe servir para “definir un marco para un acuerdo de paz y un alto el fuego inicial”.
Desde su llegada a la Casa Blanca, el dirigente republicano modificó la postura estadounidense hacia Ucrania y se acercó a Rusia, acusando a Zelenski de ser un “dictador”, un desagradecido y de no querer la paz.
Después del desencuentro televisado entre ambos líderes en el despacho oval, Estados Unidos suspendió su ayuda militar a Ucrania y dejó de compartir con ella la información de sus servicios de inteligencia.
La situación parece haberse apaciguado en los últimos días y Trump aseguró que ahora Zelenski estaba dispuesto a negociar, al tiempo que amenazó a Moscú con más sanciones.
Su secretario de Estado, Marco Rubio, también saludó la propuesta ucraniana de una tregua “en el aire” y “en el mar”, asegurando que “es el tipo de concesión que se necesita para poner fin al conflicto”.
“No conseguiremos un alto al fuego y el fin de esta guerra si las dos partes no hacen concesiones”, insistió.