Según datos del Indec, creció la cantidad de chicos que terminan la secundaria. Además, son más las mujeres que los hombres los que logran este objetivo.

En los últimos 10 años, Argentina logró un avance sostenido en la finalización de la escuela secundaria. Según el informe “Terminalidad educativa: foco en la secundaria”, elaborado por la organización “Argentinos por la Educación”, el porcentaje de jóvenes de entre 25 y 30 años con título secundario aumentó del 67,6% en 2014 al 74,2% en 2024.

El estudio, basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, muestra que la obligatoriedad de la secundaria -vigente desde 2006- empieza a consolidarse, aunque aún un cuarto de los jóvenes no logra completar ese nivel.

Marcado crecimiento de la terminalidad en los últimos 10 años.

Las diferencias por nivel socioeconómico siguen marcadas: entre los jóvenes del quintil más pobre, seis de cada diez terminaron la escuela secundaria, mientras que en el quintil más rico lo hicieron nueve de cada diez.

Sin embargo, el crecimiento fue más pronunciado entre los sectores de menores recursos, donde la terminalidad aumentó 18,5 puntos porcentuales en la última década.

“Este crecimiento es un logro democrático muy importante, sobre todo porque cada vez más estudiantes de sectores históricamente excluidos logran finalizar sus estudios”, destacó Viviana Postay, especialista en gestión educativa y una de las autoras del informe.

Las mujeres también muestran mejores resultados: el 77,4% de las jóvenes de entre 25 y 30 años completaron la secundaria, frente al 70,9% de los varones. En la educación primaria, la diferencia es menor, aunque las mujeres mantienen una leve ventaja (97,6% contra 95,1%).

En todos los niveles educativos es mayor el porcentaje de mujeres graduadas.

El informe subraya además que la mejora en la finalización se da con más fuerza en edades tempranas: entre los jóvenes de 19 años, la proporción de graduados pasó del 52% en 2014 al 71,2% en 2024.

No obstante, los especialistas advierten que el desafío ahora es la calidad educativa. Solo el 63% de los estudiantes llega al último año de secundaria en el tiempo teórico y apenas 10 de cada 100 lo hacen con aprendizajes suficientes en Lengua y Matemática, según las Pruebas Aprender.

“Los datos muestran que el mensaje de desconfianza hacia la escuela no cala tan hondo como a veces se presume. Pero el reto sigue siendo cómo se termina: no basta con llegar, hay que hacerlo con sentido y aprendizajes reales”, sostuvo Gustavo Romero, vicerrector del Colegio Nacional de Buenos Aires en el marco de este informe.

El informe concluye que si bien la brecha social se redujo parcialmente, aún queda camino por recorrer para lograr una educación verdaderamente equitativa: “La expansión de la secundaria obligatoria debe ir acompañada de políticas que aseguren trayectorias completas y aprendizajes de calidad para todos los jóvenes del país”.

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