El proyecto combina tecnología de punta, ambición ecológica y desafíos físicos y mentales, con el objetivo de iniciar una nueva era de vida humana bajo el océano.
Una empresa británica propone construir viviendas submarinas móviles. Foto: Deep.
Con el creciente interés por las soluciones habitacionales y el potencial inexplorado de los océanos, una empresa británica anunció un proyecto que podría redefinir la relación de la humanidad con el medio marino.
La firma Deep presentó su plan para desarrollar viviendas submarinas móviles, diseñadas tanto para la investigación científica como para el turismo de lujo. Se trata de una iniciativa sin precedentes que apunta, a largo plazo, a establecer comunidades permanentes bajo el agua.
Una empresa británica propone construir viviendas submarinas móviles. Foto: Deep.
El fondo del mar como próximo hogar: un ambicioso plan propone construir viviendas submarinas móviles
La idea de vivir en el océano fue explorada durante siglos en la ciencia ficción y los estudios de ingeniería avanzada. Sin embargo, este nuevo enfoque se distingue por su concreción tecnológica y su potencial inmediato.
Los denominados centinelas (estructuras del tamaño de una casa) son capaces de funcionar a profundidades de hasta 80 metros, alojando a grupos reducidos de personas con todas las comodidades básicas. Cada unidad incluye dormitorios, cocina, baño con agua corriente y espacios para relajarse.
Una empresa británica propone construir viviendas submarinas móviles. Foto: Deep.
Además, están diseñadas para interconectarse, permitiendo la creación de redes habitacionales submarinas. El objetivo de Deep es doble: habilitar nuevas formas de investigación oceánica prolongada, y democratizar el acceso a las profundidades marinas para un público no especializado.
“No se trata solo de satisfacer una necesidad. Esto es lo que el planeta necesita y lo que nuestro océano necesita”, explicó Rick Goddard, uno de los responsables del proyecto, al destacar el potencial del sistema para estudiar fenómenos críticos como el blanqueamiento de corales y la captura natural de carbono.
Pero el desafío no es menor, ya que vivir bajo el agua implica enfrentar condiciones extremas. A nivel fisiológico, los ocupantes deberán adaptarse a una mezcla de gases distinta a la del aire superficial para evitar problemas como la narcosis por nitrógeno.
Asimismo, el cuerpo humano, una vez saturado por la presión del entorno, puede permanecer durante semanas en profundidad sin necesidad de descompresión, aunque los efectos a largo plazo aún son objeto de estudio. Hasta el momento, el récord de permanencia continua en un hábitat submarino es de 100 días.
En cuanto al bienestar psicológico, las condiciones de confinamiento, la escasa iluminación y la desconexión con los ritmos naturales representan riesgos considerables. Un estudio publicado por The Lancet alertó sobre alteraciones del sueño y estrés prolongado en entornos similares.
Una empresa británica propone construir viviendas submarinas móviles. Foto: Deep.
La empresa realiza actualmente pruebas en un lago artificial de 80 metros de profundidad en Gloucestershire, Reino Unido, antes de trasladar el sistema al océano abierto. La seguridad, tras el trágico accidente del sumergible OceanGate Titan en 2023, es una preocupación central.
Para mitigar riesgos, Deep colabora con la agencia certificadora internacional DNV, encargada de validar la integridad de las estructuras. Pese a los desafíos técnicos y humanos, el proyecto representa un nuevo horizonte en la expansión de la presencia humana.