Se trata del “Proyecto Andes”, que lleva adelante la empresa con el objetivo de desprenderse de los pozos maduros en seis provincias.

YPF encomendó al banco Santander el proceso de venta de 14 áreas de explotación convencional de petróleo y gas en Mendoza. En tal sentido, la entidad financiera envió el pasado viernes a las empresas interesadas una presentación inicial, con la información técnica y geológica de los llamados “campos maduros” que la petrolera de mayoría estatal quiere desprenderse.

El “Proyecto Andes” abarca en total a 55 áreas de petróleo y gas ubicadas en seis provincias (Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego). La intención de YPF es focalizar sus negocios en los llamados “recursos no convencionales” concentrados en la formación geológica Vaca Muerta.

La idea es que los campos de los que se retira YPF sean explotados por operadoras independientes, más pequeñas, que se enfoquen en la eficientización productiva de reservorios maduros que llevan décadas en actividad.

Las petroleras tienen 30 días para evaluar la información recibida y realizar su oferta. El objetivo de YPF es tratar de finalizar el proceso en julio. 

En Mendoza, la petrolera estatal aspira a retirarse de 14 áreas convencionales, que fueron divididas en tres clústers:

  • Mendoza Norte, ubicado sobre la cuenca Cuyana, que agrupa a los bloques Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras. La producción total es de 11.725 barriles diarios de petróleo (bbl/d), mientras que suma 99 km3/d de gas.
  • Mendoza Sur, que está en la cuenca Neuquina, contiene El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chuhuido de la Salina S y Confluencia Sur. Produce 2.090 bbl/d de crudo y 844 km3/d de gas.
  • Llancanelo, que cuenta con las áreas Llancanelo y Llancanelo R y produce 1.818 bbl/d de petróleo y 2 km3/d de gas.

En cada cluster -que están definidos en el archivo que envío el banco Santander a las petroleras- conviven áreas de mayor potencial con otras que pueden generar menor interés. Este diseño busca evitar que las empresas sólo oferten por los yacimientos más productivos, sino que también tengan que hacerse cargo de áreas marginales mucho menos atractivas.

En tal sentido, las ofertas deben ser por cluster, no por pozo o bloque. El negocio apunta a petroleras que se enfoquen en hacer más eficiente la extracción de gas y petróleo en esos reservorios, ya maduros, mediante técnicas de extracción secundaria o terciaria.

Si bien se trata de un negocio entre privados, el gobierno provincial tendrá injerencia en la venta de las áreas que actualmente están en manos de YPF. En tal sentido, la administración de Alfredo Cornejo deberá evaluar la solvencia económico-financiera y técnica de los interesados, para llevar adelante el proceso de inversión necesario y para operar bajo estándares ambientales, incluyendo los pasivos heredados.

El pasado 8 de febrero, Cornejo recibió al presidente de YPF, Horacio Marín, para interiorizarse sobre los planes de la petrolera.

“Se profundizó en las posibilidades y necesidades actuales, como la incorporación de nuevos actores al sector productivo en materia de hidrocarburos, con empresas con otras estructuras, con otra dinámica y con la expertise necesaria para poder hacer de nuestras áreas marginales y nuestras áreas maduras áreas productivas que generen oportunidades de trabajo y crecimiento”, afirmó el gobernador en esa oportunidad.

YPF es un actor clave para la economía mendocina. En total, la petrolera opera aproximadamente 3.500 pozos en el territorio provincial, pero cerca de 1.700 están inactivos por un evidente declive de su producción.

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