“A cada segundo pensábamos que íbamos a morir”, cuenta Ortal Dadya, una israelí de 39 años, poco después de salir del cuarto donde se refugió con su familia durante la violenta incursión de milicianos de Hamás en Sederot, cerca de la Franja de Gaza.
“A cada segundo pensábamos que íbamos a morir”, cuenta Ortal Dadya, una israelí de 39 años, poco después de salir del cuarto donde se refugió con su familia durante la violenta incursión de milicianos de Hamás en Sederot, cerca de la Franja de Gaza.