Un encuentro de la mesa ampliada de la central acordó no iniciar hostilidades con el Gobierno y mantener canales de diálogo hasta avanzado el verano.

cautela. La plana mayor de la CGT se reunió de urgencia en la Uocra y difundió un comunicado pero evitó hablar de medidas de fuerza.
cautela. La plana mayor de la CGT se reunió de urgencia en la Uocra y difundió un comunicado pero evitó hablar de medidas de fuerza.

La CGT envió ayer una primera advertencia a Javier Milei por el paquete de ajuste anunciado por su equipo económico aunque de momento descartó elevar la tensión con La Libertad Avanza hasta tanto haya una traducción de las medidas en el bolsillo de los asalariados. Lo resolvió de manera unánime la mesa ampliada de la central obrera al cabo de una reunión que llevó a cabo en la sede del gremio de la construcción, Uocra, erigido como una suerte de puente diplomático hacia la gestión libertaria. Al cabo del encuentro la organización difundió un documento titulado “No es la casta; el ajuste lo paga el pueblo” en el que brinda un pronóstico sombrío acerca del resultado del plan de Luis Caputo pero no adelanta un curso de acción en respuesta.

La cautela de la CGT, tal como dio cuenta ayer este diario, toma en cuenta una progresión cronológica: si bien algunas medidas, como al liberación del precio de los combustibles y la disparada de precios en varios rubros de la economía ya eran palpables ayer mismo, la dirigencia sindical cree que el impacto del aguinaldo en la economía doméstica de sus afiliados logrará atemperar en algo el primer sacudón y luego una porción de los trabajadores arrancará sus vacaciones. En esa línea se especula con que el mayor impacto para el grueso de los asalariados se sentirá en plenitud entrado febrero, con lo que adelantar medidas gremiales podría considerarse una provocación a un nuevo gobierno que viene de imponerse con un margen amplio en las elecciones.Informate más

El criterio se acordó en un encuentro más reducido en Uocra que contó con la participación del triunvirato de secretarios generales, Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, el dueño de casa, Gerardo Martínez, el estatal Andrés Rodríguez, el mercantil Armando Cavalieri y Cristian Jerónimo, de los trabajadores del vidrio. Luego se les sumó una veintena de dirigentes que estuvo en sintonía con la idea de no precipitar una confrontación y de mostrar, al menos en el arranque libertario, una uniformidad de criterios sin fisuras internas pese a que las diferencias de criterio y estratégica son históricas y ostensibles.

Participaron de la reunión plenaria Abel Furlán (metalúrgicos), Mario Manrique (mecánicos, Smata), Sergio Romero (docentes, UDA), Sergio Palazzo (bancarios), Horacio Arreceygor (televisión), Rodolfo Daer (alimentación), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Hugo Benítez (textiles), Jorge Sola (personal del seguro), Juan Moreyra (ceramistas), Mario Caligari (colectiveros), Juan Carlos Schmid (portuarios), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Carlos Sueiro (Aduana), Maia Volcowisky (judiciales) y Miguel Paniagua (espectáculos públicos).

En el documento la CGT avisa que “el plan de ajuste fiscal y cambiario anunciado por el Gobierno generará una fuerte aceleración del proceso inflacionario que dinamitará el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales e informales, de la economía social y solidaria, de cuentapropistas y autónomos, así como de jubilados y pensionados”. En esa línea denuncia que el ajuste no impactará en “la denominada casta, como se prometió en la campaña” sino “sobre el pueblo”.

A continuación advierte que la inflación subirá a un ritmo de 20 a 30% mensual -en reserva creen que en el próximo cuatrimestre podrá superar el 40 por ciento- y señala que “de no ser acompañada por una política de ingresos ejercida a través del libre ejercicio de las negociaciones paritarias y de políticas activas compensatorias, pondrá a millones de argentinos y argentinas en una situación socioeconómica desesperante, sin garantías de poder acceder a sus necesidades básicas”. No obstante el texto no reclama una reapertura generalizada de las negociaciones salariales sino que apela a sostener la dinámica de cada paritaria de manera individual.

El documento indica que “el ordenamiento de la macroeconomía no debe ser fundamento para cargar sus costos de manera inequitativa sobre la sociedad argentina” y les menciona a las nuevas autoridades que es “imprescindible una convocatoria al diálogo” al tiempo que se declara dispuesta a “contribuir a la gobernabilidad”. Hasta anoche no se había producido una invitación formal del presidente electo o de su equipo de colaboradores a la CGT.

Al final del texto la central obrera señala que “no se va a quedar de brazos cruzados” sino que reivindicará “los derechos sociolaborales, el respeto a la libertad sindical y la negociación colectiva, el poder adquisitivo de los salarios y de las jubilaciones y la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores y trabajadoras”, para concluir: “No estamos ante un plan económico, estamos ante medidas desordenadas de ajuste”.

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