El gobernador Cornejo adelantó que ya se están realizando pruebas pilotos con empresas. La intención es favorecer la resocialización
Presos mendocinos reciclan 600 kilos de plástico al mes, fabrican cestería y sus familias lo venden.Foto: Cristián Lozano / Diario UNO
El gobernador Alfredo Cornejo anticipó que ya comenzó una prueba piloto en el penal para que los presos trabajen, a cargo de empresas privadas. “Los queremos trabajando en oficios concretos que permitan la resocialización posterior”, dijo sobre el proyecto.
La intención es que, al quedar en libertad, esas personas que pasaron por la cárcel puedan trabajar en oficios que luego tengan una salida laboral.
Y adelantó que ya hay empresas de construcciones livianas que ofrecieron poner un taller dentro de la penitenciaría y pagarles el sueldo a los presos-trabajadores. “Eso es un gran aporte”, expresó el gobernador.
Alfredo Cornejo en el nuevo complejo penitenciario Almafuerte II.
¿Trabajo a los presos a cambio de qué?
El principal incentivo para los privados es que no pagarán alquiler.
“El lugar se lo facilitaríamos porque nosotros creemos que en la medida que trabajen allí, van a salir y van a tener un aporte a la resocialización, que es el beneficio social más grande”, explicó.
Entre los interesados, Cornejo también contó que hay “pinturerías que pondrían sus equipamientos y trabajarían allí”.
Legalmente, la relación entre el privado y el preso-empleado se regiría por la Ley de Contrato Laboral.
El lugar al que se refería Cornejo sería, en principio, los talleres que hay en Almafuerte, aunque no está descartada la aplicación del programa también en la cárcel de mujeres.
La diferencia presos que ya trabajan o estudian en las cárceles
En el penal ya hay presos trabajando en talleres o estudiando pero estos no mantienen una relación laboral con el sector privado. Allí radica la clave de este nuevo proyecto.
“Hay gente que está trabajando en talleres, aprendiendo algunos oficios, hay un porcentaje alto estudiando pero lo que queremos es que sea en relación directa con el sector privado porque no es lo mismo trabajar con la rigurosidad de un protocolo privado”, explicó Cornejo.
“Creo que eso le viene muy bien a la sociedad para que esa persona, cuando salga en libertad no vuelva a caer en el delito”, sentenció.