La brecha cambiaria atrae a extranjeros que el año pasado aportaron u$s154 millones en gastronomía y entretenimiento.

Radiografía. El 53% de los nómades digitales son hombres y el 47% mujeres con edad promedio de 30 años. Muchos se dedican a la tecnología.

La otra cara de la moneda de la inflación y el valor del dólar que impacta a los argentinos es la mayor afluencia de extranjeros al país, ya no solo los de países limítrofes que hacen las clásicas compras golondrina.

Una corriente en ascenso la protagonizan los denominados nómades digitales quienes combinan la experiencia de vivir en diferentes lugares del mundo para trabajar en forma remota. Así, el año pasado ingresaron más de 72.000 profesionalestriplicando la cifra del pasado mientras se espera que este año la cifra crezca aún más

En la actualidad, hay 35 millones de personas en el mundo que optaron por cambiar la oficina tradicional por espacios de trabajo remotos y Argentina es uno de los polos más atractivos, teniendo en cuenta que Buenos Aires es el séptimo destino más valorado, según Nomad List.

De acuerdo a los datos del sitio, ese grupo está conformado por 53% de hombres frente al 47% de mujeres, con formación universitaria, con edad promedio de treinta años y con trabajos relacionados con el ámbito tecnológico o creativo.

En buena medida los extranjeros que eligen Argentina para sus trabajos lo hacen por los precios competitivos, la oferta cultural, la tolerancia social y las condiciones medioambientales, permaneciendo entre uno y tres meses, mientras otros extienden su estancia por períodos de 6 a 8 meses. Por su perfil, valoran la adquisición de bienes y servicios a través de plataformas, incluidos los alojamientos temporarios que privilegian por practicidad, flexibilidad y disponibilidad en una amplia diversidad de barrios y localidades del interior del país.

Profesionales

Se estima que los 72.000 profesionales que llegaron a Buenos Aires, muchos de los cuales van recorriendo diferentes lugares del país en su derrotero laboral, han realizado gastos por 154 millones de dólares, monto que incide positivamente en el desarrollo de económico y turístico a partir del consumo en bares, restaurantes, alimentación, alojamientos temporarios, transporte, cultura y entretenimiento.

En una mirada más amplia, que no solo toma a los nómades digitales, un reciente estudio realizado por Oxford Economics en Colombia, indica que por cada u$s10 gastados en alojamiento temporario, los huéspedes gastan u$s48 adicionales en las otras actividades durante su viaje.

Por todo eso, la gente tiende a valorar positivamente la existencia de plataformas de alquiler temporario. Un reciente estudio realizado en Argentina, Colombia, Perú y Chile destaca que 3 de cada 4 ciudadanos en de esos países están a favor de la idea de permitir a las personas alquilar sus casas a través de Airbnb.

Solo en Argentina, el uso de una vivienda como destino para alquiler temporario resulta una actividad regulada y válida para complementar ingresos, modalidad que se extiende día a día hacia sitios más alejados de los denominados circuitos turísticos tradicionales. Precisamente por el interés de los visitantes, turistas y nómades digitales por conocer nuevos lugares y referencias climáticas, geográficas, sociales y culturales que ofrece el país.

Para el 63% de los propietarios que en Argentina disponen de una vivienda para alquiler temporario a través de la plataforma, esta no es su actividad principal, ya que la mayoría tiene una profesión o trabaja en un sector diferente. Por otro lado, el 48% afirma que esta actividad los ha ayudado a pagar comida u otros artículos que se han vuelto más caros.

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