Se estima que por año se registran entre 50 y 100 casos en la provincia. Cuidados y recomendaciones para tener en cuenta y el día a día en primera persona.

Todos los 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Es un día en el que se genera conciencia sobre esta enfermedad que es crónica, no tiene cura, pero que con una vida sana y saludable es posible controlarla.

Pese a que existen campañas, en las que se pone de manifiesto la importancia de una buena alimentación, acompañada de deporte, en Mendoza los índices son preocupantes, sobre todo, en el sector infantil, donde se ha detectado un mayor incremento de casos.

La fecha fue instaurada en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como respuesta al alza de diagnósticos de esta enfermedad. El objetivo es educar acerca de la prevención de la diabetes y el buen manejo de la misma.

Mendoza, en alerta

De acuerdo con la información otorgada a El Sol por Zelmira Gunche (Mat.5075), jefa del Servicio de Endocrinología y Diabetes en el hospital Notti, “la diabetes infantil está en permanente incremento en Mendoza, sobre todo en las edades tempranas (menores de un año en adelante), algo que no era frecuente en la detección”.

Además, la profesional recalcó que tras la pandemia de coronavirus se observó un pico considerable y el mismo fue atribuido por el estrés del encierro y la mala alimentación, que hizo crecer también la obesidad en los menores.

“Cabe aclarar que el Covid-19 tiene efectos endocrinológicos directos, a través de reacciones inmunológicas y eso hizo que en la provincia se registrara un pico de incremento de debut diabético, es decir, niños que empiezan con la enfermedad”, comentó Gunche.

La jefa del Servicio de Endocrinología y Diabetes del Notti, manifestó que “la provincia está registrando entre 50 y 100 casos por año y, en los últimos dos años, las cifras se han mantenido en los 80 anuales”.

“En los niños, la diabetes Tipo 1 es la más frecuente, hay una predisposición genética (que confiere un riesgo de diabetes, no la enfermedad en sí) y factores ambientales desencadenantes como infecciones virales o algunos tipos de estrés que se convierten en el gatillo de la enfermedad”, explicó la médica.

Los controles que deben realizar los menores que padecen la enfermedad deben ser mensuales o bimestrales. De por vida los chicos tienen que controlarse la glucemia (nivel de azúcar en sangre) no menos de cuatro o cinco veces al día y colocarse insulinas cinco veces al día. A eso se le suma una alimentación saludable, acompañada de mucha actividad física.

Los niños y la diabetes

María José Díaz es una de las tantas niñas que fue diagnosticada con la enfermedad a muy corta edad. Fue en abril del 2022, tenía 4 años y 7 meses cuando le dijeron que tenía diabetes Tipo 1, insulina dependiente.

“Antes de realizarle estudios, yo me di cuenta de que mi hija tenía la enfermedad, ya que tengo una hermana melliza que la padece desde los 10 años y uno de los signos característicos es la ingesta de agua de manera continua, lo que genera un abrupto adelgazamiento”, contó Natalia, mamá de la menor.

Pese a tener familiares directos que padecen la enfermedad, Natalia comentó que cuando diagnosticaron a la menor fue desgarrador por la experiencia que había vivido su hermana años atrás. Hoy la ciencia evolucionó y todo cambió.

A sus 6 años, María José es autosuficiente. Tiene muy en claro qué es la diabetes, cómo se manifiestan en su organismo los ascensos o descensos de glucemia, se coloca insulina sola en el jardín, incluso, se realiza sus controles glucémicos.

A la hora de contar cómo es la alimentación de la menor, la madre narró que “su dieta trata de evitar alimentos procesados, buscando reemplazo por aquellos que aporten algo de valor a su nutrición, como son los alimentos a base de harina de almendras, alimentos keto (sin harinas ni azúcares) o de bajo contenido glucémico, endulzantes naturales . Y todo ello acompañado de actividad física”.

En el día a día en el colegio pero también en los eventos sociales, Josefina lleva una vida normal. “No se lleva viandas a los eventos, sino que come lo que hay, pero siempre elegimos lo más saludable para su organismo”, explicó Natalia.

De hecho aseguró que tanto ella como el padre de la menor brindaron una charla en el colegio San Pedro Nolasco (donde asiste María José) hablando del tema, con la finalidad de que todos supieran de qué se trata la enfermedad. Tanto sirvió que muchos padres, incluso, realizan los cumpleaños de sus hijos con comida saludable, dejando de lado las chatarras y ultraprocesados.

Recomendaciones para tener en cuenta

Ser diabético no es una tarea sencilla, menos aún para los niños, por lo que los especialistas destacan la importancia de llevar una alimentación saludable.

La nutricionista Daniela Martínez (Mat. 1141), especialista en diabetes infantil, detalló que para una dieta saludable “es necesario el consumo diario de frutas, carnes magras, lácteos, proteínas y grasas saludables”.

“La diabetes Tipo 1, al tener la pauta de insulina previo a cada comida requiere que el paciente y la familia comprendan que hay una relación directa entre el consumo de los hidratos de carbono y la insulina, por lo que deben cumplir con una educación nutricional. Así ellos conocerán la cantidad de hidratos que comerán y la cantidad de insulina que necesitarán colocar”, advirtió la profesional.

Martínez aseguró que, al recibir el diagnóstico del menor, las familias tienen que acomodar sus hábitos y “siempre lo recomendable es que todos los integrantes de la familia incorporen hábitos saludables, si no se vuelve casi imposible llevar adelante el plan”.

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