Importantes niveles de tránsito y mala dispersión de los contaminantes son dos de los factores que determinan la gravedad de un fenómeno con preocupantes consecuencias para la salud.

Foto: El Sol.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la contaminación del aire como la presencia de materiales perjudiciales para el ser humano y su entorno en la atmósfera exterior. Este fenómeno ambiental mata a 7 millones de personas cada año y puede generar numerosas enfermedades.

Si bien el organismo internacional promueve políticas e inversiones para abordar la problemática, Mendoza se encuentra lejos de contar con los recursos necesarios para hacerlo. Dentro de este contexto, ciertas calles de la provincia concentran un alto porcentaje de contaminantes y especialistas aseguran que “la calidad del aire es muy mala” en la provincia.

Siguiendo las recomendaciones de la OMS, medir los niveles de calidad del aire es fundamental para conocer las consecuencias de la contaminación en la salud de los ciudadanos. Para esto se necesitan equipos específicos y según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), América Latina tiene una vigilancia escasa.

A pesar de estar frente a una problemática que incluye a toda la región, Argentina no posee una política integral y es poco el equipamiento instalado en comparación con el resto de los países latinoamericanos.

Enrique Puliafito, investigador principal del CONICET en Sanidad Ambiental y Preservación de la Atmósfera, afirmó: “Hay tan solo entre 5 y 6 estaciones de monitoreo en toda Argentina. Como hasta el momento no hemos tenido un evento complicado, no hay interés en instalarlas. Sin embargo, muchas enfermedades son causadas por la contaminación del aire“.

En diálogo con El Sol, el también docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) remarcó la diferencia entre Argentina y otros puntos de Latinoamérica. Si se toma como referencia Chile, únicamente Santiago cuenta con entre 6 y 7 estaciones, mientras que el número asciende a 15 si se considera a todo el país vecino.

Zonas rojas de Mendoza

Actualmente, la provincia no tiene una estación de monitoreo permanentemente activa. Hay un equipo disponible, ubicado en la Dirección de Estudios Tecnológicos e Investigaciones (DETI) de la Universidad Nacional de Cuyo, pero este solo se utiliza en casos de emergencia o cuando se hace algún estudio en particular.

Sin embargo, sí hay equipamiento “low cost” en algunos municipios como Ciudad y Godoy Cruz. Estas herramientas son más accesibles y permiten a los ciudadanos monitorear la calidad del aire en tiempo real, pero no reemplazan los elementos necesarios para realizar un análisis completo.

Teniendo en cuenta el Gran Mendoza, hay zonas con niveles más elevados de emisión y con peor calidad ambiental. Con base en una modelación realizada por Puliafito y el Grupo de Estudios Atmosféricos y Ambientales de la UTN, los resultados indican que el microcentro mendocino es uno de los sitios más riesgosos.

Según los modelos expuestos, los espacios con más emisiones, que no implica que sean los sectores en los que más contaminantes se respiran, son: Acceso Este, Acceso Sur, Acceso Norte, Costanera, Corredor del Oeste, Rodríguez Peña, Colón, Vicente Zapata, Belgrano y Paso de los Andes.

En cuanto a la contaminación del aire, hay que tener en cuenta que esta no solo dependerá de la cantidad de tráfico, sino de la dispersión de los contaminantes. Por ejemplo, las calles anchas, sin tantos edificios y con viento, dispersan mejor; mientras que los espacios con mucho arbolado y tránsito, no.

Podar árboles podría mejorar la dispersión de los contaminantes. Foto: El Sol.

Siguiendo las características mencionadas, Boulogne Sur Mer y todo el microcentro mendocino presentan altos niveles de contaminación.

Puliafito explicó que los niveles aceptables de material particulado igual o inferior a 10 micrones (PM10), van de 0,5 a 2,5, mientras que si los valores son superiores, pueden ser riesgosos.

Impacto en la salud

El neumonólogo Ramón Alchapar (MP. 2875), acordó con los riesgos señalados por la OMS y aseguró que la contaminación del aire puede generar consecuencias graves en la salud.

Las partículas que se depositan en los pulmones pueden generar cáncer en las vías respiratorias, EPOC y problemas de alergias. Esto va a depender de la dosis que uno recibe diariamente y de la sensibilidad personal“, garantizó.

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Entre el 30 y el 40% de las personas tiene algún tipo de alergia en el mundo y se espera que esta condición alcance a la mitad de la población para 2050, producto del cambio climático -que entre otras cosas aumenta…

Por su parte, el profesional de la salud mencionó distintos factores que contribuyen a la mala calidad del aire. Los motores de vehículos, el humo del tabaco, ácaros, cucarachas y hasta hongos generados por humedad, son algunos ejemplos.

Además, Alchapar reconoció que “la calidad del aire es muy mala en Mendoza” y afirmó que los problemas respiratorios mejoraron considerablemente en plena pandemia, cuando había poca circulación de vehículos.

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