“Hoy estamos dando un gran primer paso para su venta”, aseguró el Gobernador, quien ratificó el interés de un grupo estadounidense para tomar el control de la empresa.
Mendoza y la Nación dieron este jueves un paso más en su plan para desprenderse del control de Impsa. En tal sentido, el gobernador Alfredo Cornejo y Juan Pazo, secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, brindaron detalles de la operación que marcará el ingreso de un grupo estadounidense a la emblemática empresa fundada por la familia Pescarmona.
En 2021, el Estado nacional y el provincial “rescataron” a Impsa, aportando fondos por 20 millones de dólares para capitalizarla, en medio de una crisis sin precedentes. Ahora, sólo tres años después, Cornejo y Pazo celebraron la decisión de ceder el control de la firma.
“Hoy estamos dando un gran primer paso para su venta”, aseguró Cornejo en una conferencia de prensa. “Es un proceso de capitalización y queremos garantizar los puestos de trabajo”, afirmó el funcionario nacional.
Por el momento, el nombre de la empresa norteamericana interesada en hacerse cargo de Impsa se mantiene en un estricto hermetismo, por cuestiones de confidencialidad. Sí se supo que enviados nacionales viajaron a Estados Unidos para negociar con el fondo privado las condiciones y montos a invertir, en el marco de una compleja operación.
Actualmente, el Estado nacional posee el 63,7% de las acciones, la provincia de Mendoza tiene 21,2%, y el 15,1% restante se encuentra en manos privadas.
“Los peligros de que Impsa no funcione existieron y existen. Estamos trabajando en forma profesional, el gobierno provincial y nacional, para que vuelva a ser una empresa exitosa”, manifestó Cornejo, quien agregó: “No tenemos pretensión de recaudar, no es relevante cuánto cobremos. Nos interesa que la empresa vuelva a funcionar como en sus épocas de gloria. Que esté saneada, funcionando, con sus empleados y cumpliendo sus contratos”.
El gobernador confirmó que el presidente Javier Milei está al tanto y aprueba la operación. “Con la estatización la empresa ha empezado a decaer. Queremos revertirlo y creemos que estamos dando un paso en ese sentido”, enfatizó.
Por su parte, Pazo justificó la razón por la que aún no se difunde el nombre de la empresa interesada. “Es un proceso abierto, sería una contradicción decir que hay ofertas y cuáles son si estamos en este proceso. Por motivos de confidencialidad primero deberíamos convalidar la oferta”, resaltó.
“Hay apetito para conocer las condiciones de la compañía, pero todavía queda un trabajo enorme”, añadió Pazo, quien admitió que Impsa tiene deudas por 500 millones de dólares. “La empresa nunca pudo recuperar su competitividad”, comentó.
En un plazo de 30 días, el grupo norteamericano deberá presentar una oferta formal de capitalización. Eso no solo implicará develar su nombre, sino también el monto que invertiría en Impsa.